Siempre serás tú (STONY-GENDER)

20. La conferencia de prensa

-Señor, ¿está seguro de lo que va a hacer?

-Claro que sí Nicholas, si no lo hiciera sería peor para mí y para todos

-¿No cree que sería muy rudo para ella?

-Solo quiero dejar las cosas en claro, antes de que esto se salga complemente de control: apenas han pasado 2 días y la información se filtró en los medios como pólvora y están haciendo pedazos a la empresa, a Peggy, a Tony y a mí; no voy a permitirlo más

-Si es lo que usted quiere hacer, no tengo más que apoyarlo y servirle, señor

-Gracias Nicholas, por favor, llama a todos los involucrados y a los medios a una rueda de prensa para las 6 de la tarde en el hotel Hilton Garden Inn Calabasas

-A la orden, señor

A las 4:30 p.m. Tony recibió una llamada a su celular de Nicholas invitándola a ir a la rueda de prensa que Steve se disponía a dar por la tarde; preguntó el por qué ella tenía que estar presente, pero el mayordomo solo le dijo que eran órdenes de su joven amo. Aseguró que no iba a faltar.
Cuando la hora señalada llegó, un serio y atribulado Steve Rogers saludó a la concurrencia y se sentó al frente del salón donde una mesa con un micrófono en ella era el centro de atención.
Era evidente el nerviosismo que el acaudalado hombre de negocios exudaba por sus poros. Era preciso hablar fuerte y claro ante lo sucedido.

-Buenas tardes a todos -un carraspeo sonó en la garganta de Steve, tomó una botella de agua que estaba a un lado del micrófono y con un poco se limpió la aspereza que sentía -agradezco a todos ustedes que estén aquí para escuchar la versión "oficial" de los hechos sobre lo que se ha filtrado en los medios de comunicación acerca de lo que pasó hace 3 noches en mi mansión en Malibú; como ustedes saben, esa ocasión especial era para gratificar a mi asistente personal Margaret "Peggy" Carter por sus años de trayectoria como mi leal empleada y conocida amistad, y también para anunciar mi compromiso con ella enfrente de los respetables empresarios que se encuentran aquí conmigo

El rubio suspiró tratando de pensar lo más acertado y claro posible y que no quedaran dudas ante nadie; levantó la vista para ver a todos y se encontró con la silueta de Tony, situada hasta el final del salón, esperando una respuesta a todas las preguntas que de seguro ella tendría también en su cabeza. Continuó.

-Desafortunadamente mi corazón y mis sentidos no estaban ubicados correctamente en la persona indicada; la relación con la señorita Carter ha sido meramente amistosa y laboral y es por ello que he cancelado el compromiso que había anunciado ante tantas personas -flashes y suspiros de asombro resonaron en todo el recinto; el magnate, con una mano, indicó que continuaría -esto lo he hecho con el fin de evitar que las malas interpretaciones y malos comentarios lleguen cuando las cosas no marchen como se supondría tendrían que marchar; así que les pido de la manera más atenta pero firme posible que todos mis conocidos en los medios eviten decir o inventar chismes sobre la señorita Carter de hoy en delante: ella es una persona sumamente importante, íntegra y que merece el mayor de los respetos de todos

-¿Y si no es ella, entonces es la chica Stark de quien está usted enamorado? -preguntó un reportero tratando de ser lo más ácido posible

-Así es... -dijo Steve viendo directamente a los ojos de Tony con una seguridad que le hizo ver imponente ante la prensa; más flashes le asediaban (no se habían dado cuenta de la presencia de la chica hasta atrás de ellos mismos) -y quiero que ella pase al frente junto a mí para continuar con la rueda de prensa

El salón se iluminó con las cámaras y luces de los reporteros que tratando de obtener  declaraciones comenzaron a arremolinarse sobre Tony; la chica asustada tuvo que empujar a algunos de ellos para que la dejaran pasar, aún con el asombro en su rostro. Cuando estuvo a punto de llegar a Steve, una voz del otro lado de la sala se oyó con ira:

-¡Te dije que te ibas a arrepentir, Steve Rogers! ¡Nadie me quita lo que es mío y se sale con la suya! Tú y esa perra se van a acordar de mí por el resto de su vida, hijos de perra... -de pronto, la detonación de un arma de fuego resonó con gran estruendo; era Bruce Banner que se había enterado de la conferencia y había ido a tomar venganza

El pánico se apoderó de los presentes y todos corrían tratando de buscar la salida. Los guardias de seguridad del hotel detuvieron a Bruce, lo tumbaron al suelo y lo esposaron mientras llamaban al 911 para que la policía arribara al lugar.

-¡Steve, Steve! -gritaba Tony desde su lugar llena de pavor