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A la mañana siguiente ella se encontraba caminando con Tom hacia la universidad.

Ambos entraban dos horas más tarde a clases porque faltaba un profesor con el que tenían dos horas seguidas.

-¿Puedo preguntarte algo?- le dice Lizzi.

-¿Es sobre Sarah y yo?- le dice.

Lizzi asiente despacio y ve la incomodidad en los ojos de su amigo.

- A mi me gusta, y mucho- hizo una pausa y miro a la chica- pero se que ella no siente lo mismo por mi y se excusa diciendo que a mi me interesan otras chicas. Pero no es verdad- suspiro un poco.

Todo ese tema con la rubia lo deprimia in poco. Era la primera vez que le gustaba una chica enserio y quería intentar tener algo pero no era recíproco tal vez.

-Tal vez deberían tener una charla sería y aclarar las cosas. En el peor de los casos se separaran pero deben charlar primero sobre esto- les dice Lizzi acordandose del consejo de su madre.

Tom lo dudo un poco pero término dándole la razón a su amiga.

Cambiaron de tema y comenzaron a reírse de algunas tonterías cuando escuchan las sirenas policiales y ven pasar las patrullas a toda velocidad por la calle.

Luego de eso los gritos de las personas se escuchaban a los lejos y una que otra corría en dirección contraria a ellos.

Ambos se miraron confundidos y apresuraron el paso para ver lo que sucedía.

Casi corriendo llegaron al bullicio y amontonamiento de oficiales y algunos periodistas.

El paso a la universidad estaba cerrado por unas vayas policiales y cintas que usan en las escenas del crimen.

-Muchachos necesito que se alejen de la zona restringida y vuelvan a sus casas- le dijo un policía deteniendo el paso de los chicos.

-¿Pero que está pasando?- dijo Lizzi desesperada.

-Son los atracadores del restaurante- respondió y se fue.

Los gritos de los estudiantes se podían escuchar desde afuera. También se oyeron algunos disparos.

-¡Hagan algo! Mi novia esta allí adentro en la mano de esos psicopatas- le grito Tom al policía que les había hablado antes.

Lizzi comenzó a sollozar porque todos los recuerdos de esa horrible tarde habían vuelto a su mente y ahora su mejor amiga lo estaba viviendo en carne propia sin poder escapar como lo hizo la primera vez.

El aire dejo de pasar por si garganta por el ataque de nervios que estaba teniendo. Su vista se volvía borrosa y se sentía mareada.

Cayó de rodillas al pavimento. Tom se dio cuenta de ello y llamó urgente a que alguien lo ayude.

El oficial Kovach se acerco a los jóvenes y les ofreció ayuda.

Los dos hombres llevaron a Lizzi a una de las ambulancias que había allí.

-Joven debe esperar afuera- le dijo la doctora que iba atender a la chica.

-¿que le pasa?- pregunto el oficial.

Solo ellos tres estaban en la ambulancia ya que era un espacio pequeño.

-Un ataque de pánico,  su pecho se cerró y no recibe el oxígeno sufiente-

La doctora recosto en la camilla a la chica, le coloro la mascarilla de oxígeno y luego le aplico una inyección que era como un calmante.

-Estará bien- respondió y luego salió de la ambulancia para hablar con su compañero.

Kovach se quedó mirando por unos segundo a Lizzi, ya era la segunda vez que la veía en una camilla conectada a cables y débil.

Se bajo rápido de allí y le aviso al chico que ya podía ir con su amiga.

Tom subió a la ambulancia y estuvo con su amiga.

Al rato el oficial Kovach había sido avisado por la doctora que las niña ya  estaba bien pero que debia marcharse de allí.

-Voy a llevarlos hasta sus casa, no pueden estar aquí- les dijo el oficial.

Tom no se negó y Lizzi menos.

Al dejar al mucho, el ambiente dentro del coche se volvió tenso.

-¿Cuando va a parar esto Kovach? Pude haber muerto yo y ahora puede llegar a morir mi amiga- le dice Lizzi media somnolienta.

El camino hasta su casa era largo y lento a su parecer.

-Ni siquiera hay posibles sospechosos- dijo enojado.

Dejo a la chica en su casa y volvió a la universidad.

Los policías le habían informado que los criminales se habían esfumado.

Los estudiantes salieron corriendo despavoridos del lugar apenas se habían marchado los encapuchados.

-Hay solo cinco estudiantes heridos y uno solo muerto señor- le informo un oficial que era nuevo en las oficinas ya que se había recibido hace poco.

-Bien ocupense de liberar todo el establecimiento pata hallar pistas o algo útil. A los estudiantes que más noten nerviosos interroguenlos,  a los que estén llorando también. Hoy por la tarde iré al hospital a interrogar a los heridos. En este momento no podemos dejar que nada se nos escape de las manos.- ordenó el alguacil Kovach a sus policías.

La tarde para los policías fue ajetreada. Habían acordado con el director de la universidad de cancelar las clases por dos semanas hasta que todo vuelva a la tranquilidad y además se podían reparar los daños materiales.

Llamas y más llamadas a las estaciones policiales de familias pidiendo explicaciones sobre lo sucedido.

A la noche sería el funeral de la víctima Josua Alquir un estudiante de 23 años. Todos los alumnos y familias estaban invitadas a despedir al joven.

Lizzi y Tom estuvieron toda la tarde intranquilos por Sarah.

Cuando tuvieron noticias de ella fueron a su  casa lo más rápido posible. Al parecer  la rubia no había sufrido ninguna agresión ya que se había encerrado en el aula de informática y allí no había nadie.

1963 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora