1963

13

Pov's Lizzi:

Kovach parecía estar a gusto con mis caricias y besos.

Habíamos tomado licor, dejamos la botella vacía. Mi cuerpo estaba un poco anestesiado por el vino de la cena y por el licor de ahora.

Me levante del sillón y en cámara lenta para no caerme ni tropezarme fui a cambiar la canción que estaba sonando por otra que era más de mi agrado.

Sentí que un cuerpo cálido se pegaba a mi espalda, sus manos se apoyaron en el mueble frente a mi dejándome totalmente acorralada.

Su calidad respiración en mi cuello produjeron espasmos a lo largo de mi columna vertebral casi queriendo soltar un jadeo.

- Creo que no recibí mi regalo de cumpleaños- susurró cerca de odio.

Me di la vuelta quedando a escasos centímetros de su boca.

-No lo eh olvidado-

Su perfume me estaba hipnotizado. Verlo de traje le fascinaba. Y verlo así, dominante me calentaba.

Deposite un corto beso en sus labios.

-Debes sentarte en el sillón y yo iré a buscar el bolso que llevaste a tu cuarto.

Antes de que resongara corrí hasta su habitación en busca de mi bolso.

Saque de allí un conjunto de lencería nuevo que había conseguido.

Éste era un poco más pervertido que los demás. Era un arnés que recorría mi cuerpo con cintas negras.

Volví al living caminando lento.

Cuando Kovach me observó entrar el vasito de licor resbaló de su mano y cayó al suelo haciéndose trizas, pero ni siquiera se inmutó.

Coloque una música para ambientar un poco el lugar y apague la luz grande, deje solo dos luces pequeñas y hacían el ambiente más íntimo.

-Voy a morir de un infarto- pronunció mientras babeaba al verme.

No respondí y comencé a bailar de forma sensual frente a él.

Mis pezones estaban duros por el frío y a la vez por la excitacion que estaba recorriendo por mi cuerpo.

Me acero más a él y me doy media vuelta dejando mi trasero frente a su rostro mientras hago movientos lentod de cadera.

-Mierda Lizzi.

Su voz es casi de súplica.

Voy quitando mi tanga de a poco dándole una grandiosa vista de mi intimidad húmeda.

Estiró su mano para rozar mi trasero pero la quite enseguida. No podía tocarme hasta que yo lo decidiera.

Me senté en la mesita de madera frente a él. Recorro todl mi cuerpo con mis manos, acariciando cada zona.