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Narración de Joaquín:

Joaquín estaba sentado en su cama, con una pila de cartas en las manos. Sus dedos temblaban ligeramente mientras repasaba los nombres escritos en los sobres. Tras asegurarse de que tenía todas las que quería, se levantó lentamente, sintiendo un leve mareo que le recordó el corte del día anterior. Sacudió la cabeza para despejarse y se dirigió al armario. Al abrirlo, sacó la ropa que había elegido para el día, prendas sencillas, pero lo suficientemente cómodas para cubrir el dolor.

Al quitarse la camiseta, una oleada de dolor atravesó su cuerpo. Era como si cada movimiento le recordara que estaba al borde de su límite. Se vistió despacio, sufriendo con cada prenda que se ponía. Una vez listo, se miró en el espejo: su rostro pálido y sus ojos apagados le devolvían la mirada. Nadie estaba en casa, lo cual le daba el tiempo necesario para hacer lo que había planeado.

La primera carta estaba dirigida a Diego V., así que pidió un Uber para ir a su casa. No tardó en llegar, y cuando se bajó del auto, caminó lentamente hasta la puerta. Agachándose con dificultad, deslizó la carta por debajo de la puerta y regresó al auto. Dio la siguiente dirección, la casa de Text0s, y así continuó hasta entregar todas las cartas.

Una hora después:

Joaquín ya estaba de regreso en casa. Solo le quedaba una carta, la de su hermana Renata. La guardó en el bolsillo trasero de su pantalón y fue a la cocina. No tenía muchas fuerzas, se sentía mareado aún, pero se obligó a comer algo. Después de dejar el plato sobre la mesa, se dirigió al cuarto de su hermana. Como con las demás cartas, deslizó la suya por debajo de la puerta y volvió a su habitación. Sin embargo, apenas llegó al umbral de la puerta antes de que sus piernas flaquearan y cayera al suelo.

Uno de los cortes que había estado ocultando se había abierto con la caída, y la sangre comenzó a empapar rápidamente la alfombra a su alrededor.

Narración de Renata:

Recibí varias llamadas, primero de Diego y luego de Text0s. Ambos me decían que habían recibido cartas de Joaquín. Era raro, no era típico de él enviar cartas, así que me desconcertó. Al colgar, noté un sobre blanco bajo mi puerta. Me levanté para recogerlo, pero antes de que pudiera leerlo, un ruido fuerte me distrajo.

Salí de mi cuarto y bajé las escaleras, esperando encontrarme con Joaquín. Todo estaba en silencio, excepto por un plato que aún estaba sobre la mesa, como si no hubiera terminado de limpiar. Sentí un mal presentimiento y corrí a su cuarto.

Nada me preparó para lo que vi.

Joaquín estaba en el suelo, rodeado de un charco de sangre. Grité su nombre, corriendo hacia él, tratando de despertarlo, pero no se movía. Lo giré con cuidado, buscando el origen de la sangre, pero lo que encontré me aterrorizó. El corte era profundo, más de lo que podía manejar.

Sin pensarlo dos veces, marqué al 911 y llamé a una ambulancia. Mis manos temblaban mientras daba la dirección, las palabras apenas saliendo de mi boca entre sollozos. Cuando colgué, también llamé a Diego y a Text0s.

—¡Joaquín!— susurré desesperada, tratando de detener el sangrado como podía. La puerta principal se abrió de golpe, y varios paramédicos entraron apresuradamente. La gente se había reunido fuera, curiosa y preocupada, pero no me importaba. Solo quería que ayudaran a mi hermano.

Uno de los paramédicos se agachó junto a Joaquín, observando la herida con expresión grave.

—Señorita, tenemos que llevarlo al hospital de inmediato—me dijo uno de ellos, su tono serio.

—Por favor... hagan lo que sea necesario, ¡ayúdenlo! —grité mientras las lágrimas corrían por mis mejillas.

En ese momento, escuché las voces de Text0s y Diego llamándome desde la puerta, pero no podía apartar la vista de Joaquín. Me pidieron que sujetara su brazo mientras lo levantaban para colocarlo en la camilla. Apenas pude hacerlo sin romperme por completo. Lo subieron a la ambulancia, y yo me fui en otro coche con Diego y Text0s.

Al llegar al hospital, la ambulancia ya había llegado antes que nosotros. Solo nos quedaba esperar... y rezar para que mi hermano pudiera salir de esta.

 ❤🃏cartas🃏❤ {emiliaco} Editando Donde viven las historias. Descúbrelo ahora