2.9 Yuri...

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Era la fiesta de la boda de la tía Gertrudis, todos bailaban animados mientras esperaban para la hora de la comida y posteriormente la partida del pastel. El salón era grande e iluminado, la familia no era tan extensa, pero los amigos sí que llenaban el lugar, Abi no dejaba de ponerse al corriente con algunos de sus familiares...

— ¡Me chocan las bodas! ¡Ya me aburrí!—Tim estaba recargando sus codos a la mesa y su cara con sus palmas.

— ¡Hola peque!—Trini saludó, después de haberse divertido un rato bailando. — ¿Por qué esa cara de amargado?—Le preguntó, sentándose a un lado de él.

— ¡Porque no hay nada divertido que hacer aquí!—Se cruzaba de brazos. —Si Maney estuviera aquí, seguro que me divertiría mucho con ella.

—Bueno... No está Maney, pero estoy yo. —Trini le sonrió. —Podemos aprovechar ésta oportunidad para conocernos mejor.

—Sí, eso puede funcionar. —Tim se animó. —Además, tú no eres un viejo gordo y besucón como esas señoras...—Decía Tim, haciendo referencia a la mayoría de sus tías.

—Entiendo a qué te refieres...—Trini se reía.

— ¿Y qué haces aquí? Pensé que tendrían un concierto o algo así en otro lado. —Recordó.

— ¡Así es! Una gira por Alcaline. —Pensaba. —Pero tienes que recordar que uno de mis atributos mágicos es la multiplicación. Tristán y Trux están con un clon mío ahora.

—Woow!—Estaba sorprendido. —¿Pero eso no te hace perderte buenos momentos?

—No. —Explicaba. —Porque aunque puedo duplicar mi cuerpo he aprendido a dividir mi pensamiento. Así que aunque mi clon desaparezca, su consciencia se une a la mía. Es como otra parte de mí...

—...No entiendo nada. —Tim se confundía. — ¡Pero eso debe ser genial! ¡Ojalá yo pudiera hacer algo así de fantástico!

— ¡Pero sí puedes! Tal vez no igual, pero puedes hacer muchas cosas interesantes. —Le guiñaba. —Por ejemplo, un campo de fuerza puede resultar realmente muy versátil.

—No tengo ni idea de cómo manejarlo. —Tim se excusaba. —Hace mucho Suemy me quiso explicarme pero ni lo recuerdo. ¡Ya sé! ¿Por qué no me enseñas?—Le pidió más emocionado.

—Ahm... ¿Aquí?—Trini retrocedió un poco, mirando el lugar un tanto nervioso.

—Sí. ¿Qué tiene?—Insistía impaciente.

—...No lo sé Tim. El mundo no está listo para la magia. —Decía más serio. —Puedo enseñarte a ti y a tus amigos cuando estemos en un lugar más tranquilo. Por ahora, puedo presentarte a mis padres si deseas. Ellos también son tus tíos.

— ¡Wow! ¿Tus padres están aquí?—Preguntó con asombro.

—Sí. La tía Gertrudis es pariente de mi mamá, ¿Recuerdas los parentescos que te dije?

—No, pero está bien, lo entiendo. —Decía sin quererse chutar todo el sermón de nuevo. —Sí quiero conocer a mi tía. ¿Cómo se llama?

—Yuri. —Mencionó con una sonrisa.—Vamos.

Ambos se levantaron de la mesa para ir hasta el otro extremo del salón, donde se encontraba Yuri. Una mujer de baja estatura, delgada, con ojos color miel, y cabello rubio. Ella lucía un bello vestido azul rey y llevaba el cabello recogido en un pequeño chongo a excepción de su fleco, usaba aretes largos color zafiro y estaba muy animada platicando con los demás invitados de esa mesa.

Memories 3 - Abriendo los ojos a lo que somosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora