3.3 Y ahora qué?!

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— ¿Todo va bien?—Preguntó Zuley, desde la cocina. Las caras deDerek, Maney e Iker se alarmaron, se miraron entre sí y gritaron al mismotiempo: 

— ¡SÍIIIIIII! 

—Jajaja qué bobos. —Tim reía en silencio desde el sillón de la sala puesaunque no estaba en primera fila había presenciado todo. 

— ¿¡Y ahora qué hacemos?!—Los tres hundieron la cabeza dentro delCPU para ver cómo arreglaban el asunto. 

—Yo opino que le digamos a Zuley que lo rompieron. —Propuso Derek. 

— ¿¡Qué?! ¡Si ese fuiste tú!—Maney le reclamó, furiosa. — ¡Si a alguienvan a ejecutar que sea a ti! 

—Mejor hay que decirle a Zuley que su disco ya estaba así desde elprincipio. —Sugirió Iker con una pequeña sonrisa malévola. 

— ¡Sí!—Dijeron los otros dos en coro, se levantaron del CPU y llamarona Zuley. Ella salió de la cocina junto con Suemy y entonces los tres leexplicaron. 

—Zuley, lo que pasó fue que a tu disco duro le hacían faltatres pines, y sin eso no sirve...—Iker le explicaba, aguantándose lasganas de reír. —Seguramente Isabel y Estrella se los quitaron.

—Sí, además, tenías un IDE sin broche...—Maney complementó, demanera seria.

 —Creo que lo mejor será comprar otro...—Finalizó Derek, muy serio ensu papel. 

— ¡No puede ser! ¿Tan mal estaba mi compu?—Preguntó Zuley muyalarmada. —Malditas arpías. ¿Como cuánto cuestan esas cosas? 

—Pues depende de cómo lo quieras. —Iker se puso a pensar. —Siquieres uno eficiente te puede salir en... 

— ¿Con $1,000 alcanza?—Zuley sacó un billete de su bolso. 

— ¡Sí, alcanza perfecto!—Le dijo Derek, con cierto tono de maldad,tomando el billete de Zuley. —Es más ¡Vamos y te lo traemos ahorita! 

— ¡Claro!—Iker y Maney corroboraron, los tres se disponían a salircuando Tim abrió la boca. 

—Te están timando, ellos fueron los que... 

— ¡Tú también vienes!—Derek lo jaló antes de que terminara la frase ylo cargó como un bulto en el antebrazo. Los cuatro salieron delapartamento de Zuley, dejando sólo a la dueña junto con Suemy.

—Qué haremos en su ausencia...—Preguntó Suemy. Zuley volteó averla con una sonrisa maliciosa y le dijo: 

—Una linda charla de mujeres... 

— ¿¡Qué?!—Preguntó desconcertada. 

—Suemy...—Zuley suspiró. —Hace mucho que no nos ponemos al día.Me encantaría retomar todas esas pláticas que no hemos tenido porqueno hemos ido al jarocho. —Planteó, tomándola de la mano. Las dos sesentaron en los sillones. 

—Está bien, yo también las extraño...—Suemy estaba seria, perotambién se mostraba interesada en compartir con su amiga. 

— ¡Genial! Porque en estas vacaciones ya he notado muchas cosas... Yno puedo creer lo que pasa entre tú e Iker. —Dijo con una sonrisamalévola. — ¿Qué sientes por él? 

—Me gusta que seas tan directa...—Exclamó Suemy con sarcasmo. 

— ¿No te das cuenta Suemy? Si tú estás con él y yo con Derek ¡Seremosparientes!—Comentaba picando la pancita de Suemy muy emocionada. 

— ¿En verdad crees que eso suceda?—Suemy se mantenía seria, nomostraba expresión alguna. 

— ¡Vamos, Sue! Casi es seguro ¡Iker está que se muere por ti! Ademáses un chico muy lindo, nada feo... ¡Te lo dice alguien que sabe dehombres!—Zuley le explicaba muy animada, dándose golpecitos en elpecho. 

«No lo decía por mí...» Suemy se quedó pensativa un momento...

Memories 3 - Abriendo los ojos a lo que somosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora