Capítulo 2

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Después de terminar el desayuno junto a mi padre, nos despedimos y el se fue a la oficina mientras que yo subí a mi habitación.  

Al sentarme en mi pequeño escritorio y comenzar a leer un corto libro de ciencias políticas, el timbre de llamada entrante en mi teléfono me hace dar un respingo en la silla por el susto. Estaba tan concentrada leyendo sobre el desarrollo político y todas sus contras, que al nada mas escuchar el teléfono sonar, pude sentir como por un instante mi corazón quiso salir de mi pecho.  

Tomo el susodicho con mis manos aun temblorosas y contesto la llamada sin mirar la pantalla y por lo tanto, sin saber quien irrumpe mi momento de absoluta paz y concentración. 

—¿Bueno? 

—¡¡Amiga!! —La voz chillona de Rebeca me hace alejar el móvil de mi oído por unos segundos.  

—Hola Rebe... Buenos días.  

—¡Querrás decir excelente día amiga! 

Sonrío al escuchar su estado de animo. Pensé que tendría tanta resaca como yo, pero ya noto que no. Ni al cazo, su estado de animo delata otra cosa, como que quiere seguir la parranda. 

No puede ser que yo siga siendo la débil del grupo. El alcohol no puede seguir ganándome esta batalla. Me ha declarado la guerra totalmente.  

Y el siempre vence. 

¡Que horror!

—¿Que sucede? ¿Cuál es el motivo por tal emoción?

—Oh dios... ¡No tienes ni idea! —Puedo escuchar los suspiros de Rebeca tras la linea y eso me desespera— ¡Adivina quién llamo a Stella muy temprano esta mañana para invitarla a salir! 

—¿Quién? —Logro susurrar con fastidio. 

No sé porqué las chicas se vuelven locas cuando cierto personaje las busca después de tanto tiempo pasado. Yo los mandaría a la fregada. 

—¡¡Kyle!! 

Oh no... ¿Cual Kyle? ¡Oh por dios! Si es el Kyle que estoy pensando, entonces esa llamada sí es para emocionarse. 

—¿Cual Kyle? —Me apresuré a decir. 

—¡¡Kyle Richards!!  

—¿¡Qué!? —Grito de emoción— ¿Kylie Richards? ¿Richards, Richards?

—Si, si ese. —Ella chilla— ¡¡Y nos invito a salir a todas!!

Mis ojos se abren por completo. Están a punto de salir de sus órbitas. 

—¡Qué! —Grito de nuevo mientras me cubro los labios con la palma de mi mano— ¿Pero cómo? ¡¡Cuéntamelo todo!!

—Al parecer y lo que pude lograr entenderle a Stella debido a su emoción, —Suspira— Es que uno de los mejores amigos de Kyle, llego a la ciudad hace unos meses y le van hacer una fiesta de bienvenida, a la cuál nos invito. Obvio. 

Dejo de cubrirme los labios y frunzo el entrecejo. 

¿Una fiesta de bienvenida meses después de su llegada?

—¿Por qué una fiesta de bienvenida ahora?

—Si, si, ya se que suena algo confuso, pero déjame y te cuento. —Rebeca se aclara la garganta— Resulta ser, que no se la han hecho antes porque el chico no sale de su oficina. Stella me dio a entender, que el chico, es de esos nerd obsesionados por su trabajo.  

—Oh ya... Entiendo. 

—Exacto. No sé que hizo Kyle para convencerlo, como para que por fin aceptara que le hagan su bendita fiesta de bienvenida, la cual no esta demás ya qué, desde que el chico regreso a la ciudad no ha salido a ninguna parte, mas que a su trabajo. ¡Pero eso nos cae del cielo! 

Adam Aleber © PRÓXIMAMENTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora