Lance estaba cansado. Sus padres no lo dejaron conducir el auto. Soltó una maldición, oculto su dolor y se fue en autobús.
El asiento le lastimó pero no había otra opcion. Al llegar fue a emegerencias y descubrió que necesitaba puntadas.
Estaba bien.
Necesitaban hacerlas y estaría bien.
Debía quedarse ahí por un día.Mierda.
En la habitación designada para él en el hospital, había un ramo de rosas en un florero.
Tal vez el paciente anterior las había olvidado. Pero eran rojas.Eran tan rojas como la sangre del aspersor. Cómo la chaqueta que Lance se llevó a casa un día lluvioso, despues de casi terminar la motocicleta.
El hacha de Keith era roja.
Lance había tallado sus iniciales en el mango de esa hacha. Keith le había pegado un poco eso del arte en madera.
Sus padres se preocuparon, pero el ojiazul sabía que era pura hipocresía.
Le anestesiaron, le pusieron una mascarilla de oxígeno y se durmió. Parecía como otro sueño provocado por alcohol o drogas.
Aún esuchaba el tintineo de las llaves.
Todo era rojo, pero en el fondo vio un tono violeta.
Fue una fiesta de colores a espectativa de Lance. Pero cesó.Cuando despertó, tenía suero administrado por intravenosa. Había un jugo en la mesita de al lado.
Aún estaban las rosas ahí.
Aún tenía la chaqueta de Keith en su armario.
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Fragmentos ; Klance ; Voltron
Short StoryKeith no quería seguir con la mentira. Klance AU