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Holaaaaa, aquí yo con un nuevo episódio y para decirles que ese es el nuevo fic que estoy adaptando al Joongnine, pueden encontrarlo en mi perfil y darle mucho amor.

La portada la cambiaré próximamente jsjsjsjs

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Ahora si a leer.



Comenzó a sudar frío y no pudo evitar acelerar un poco su respiración. 

No, no, no.

¿Ahora cómo le haría para decirle a Nine que no fuese? Seguramente su mayor ya iba en camino y lo que menos quería era que se encontrara con su hermana. 

— Madre... — murmuró la chica y se acercó hasta su progenitora. 

Tan rápido como se acercó, Earth se alejó. Se acercó hasta la ventana y fingió estar mirando a los automóviles pasando fuera, cuando en verdad podía ver de reojo como la hipócrita de su hermana le daba un abrazo a su madre. 

La quería lejos. Si su pobre madre se enteraba de todo lo que Moowarn había hecho posiblemente se enfermaría mucho peor. 

Caminó rápido hasta la puerta, pero la dulce voz de su madre lo detuvo:

—¿A dónde vas, amor? 

— A caminar un momento... 

—Bebé — su madre le extendió su mano e hizo movimientos para indicarle que se acercase —ven aquí. Quiero estar con ustedes dos. 

Ni siquiera podía pensar en una manera sutil de decirle a su progenitora que debía salir de ese cuarto, que debía detener a Nine. Se acercó nuevamente, abrazó a la mujer y sintió un espantoso repudio cuando sintió las manos de su hermana acariciando su espalda. 

~ o ~

Una incómoda sensación se posó en el pecho de Nine cuando puso un pies en el hospital, los tristes recuerdos seguían perfectamente grabados en su cabeza, solo bastaba recapitular el momento en que dio a luz a su niña para que se presentara un nudo en su garganta. 

A su lado Joong caminaba con una expresión que no supo interpretar en ese momento. Él mismo le había pedido al moreno que lo acompañase hasta el hospital, la verdad no quería estar solo en ése lugar y posiblemente echarse a llorar en cualquier pasillo. 

Recordaba las palabras de Kin, podía entenderlas mientras caminaba junto a Joong. Gulf y Dome todos los días, sin falta, le hacían entender que ellos estaban para él y que siempre lo estarían; pero aún así ellos no podían entender el dolor de perder a un hijo. 

Joong sí. También era su hija, un pedacito de él. 

Podía llorar en su hombro y saber que compartían el mismo sentimiento, saber que ambos extrañaban Malai. 

Sabían de memoria el camino hasta la habitación de la señora, caminaban sin mirarse, sin hablarse, pero bastante cerca uno del otro. Verlos juntos seguía sacando murmullos de las personas a su alrededor y toda un río de saliva por varias chicas. 

Como una estrella. || Joongnine - MpregDonde viven las historias. Descúbrelo ahora