Especial

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Leer hasta el final, por favor. 💕

Especial MewPavel
Los tiempos son diferentes.

[Mew]

—Él es Pavel y tiene mi edad. —presentó un Joong de trece años al sonriente chico de su lado.

Arqueé mi ceja derecha, hice una muy corta reverencia y desvié mi mirada, dando a conocer mi poco interés por la gente nueva. Muchas veces me había pasado aquello que las personas se ofendían o se ponían triste ante mi indiferencia, pero este chico de dientes grandes me mostró su amplia sonrisa e hizo una leve reverencia.

—¡Espero que seamos buenos amigos! —chilló el escandaloso.

Joong sonrió, sé que internamente se estaba burlando de mí. Siempre me ha costado mucho trabajo relacionarme con las personas, incluso me apena decir que en más de una ocasión espanté a los candidatos amigos de Joong sólo con mi presencia.

Pero aquella vez fue diferente. Pavel no huyó de mí, su mirada delataba sus ansias por conocerme, y aunque me avergüence por esto: despertó en mí las mismas ansias. Me cautivó.

~ o ~

El mutismo en la habitación era incómodo, luego de que a Joong se le ocurrió enfermarse del estómago y marcharse a su casa, dejándome solo con Pavel aún sabiendo que a pesar de conocernos por más de dos años no nos considerábamos amigos tan íntimos. 

Pavel estudiaba para su examen de matemáticas y yo sólo me entretenía leyendo un libro que antes le perteneció a mi hermano. A veces nos mirábamos de reojo, quizás ambos estábamos planeando la excusa perfecta para abandonar el lugar. Yo no podía, ya que esa era mi casa. 

—¿Quieres comer algo? —rompí el silencio, y en realidad pregunté la primera tontería que se me vino a la mente. 

Asintió, quitando sólo por un momento su vista de sus cuadernos y obsequiarme una de sus enormes sonrisas. Bajé hasta el primer piso y me dirigí a la cocina, del refrigerador saqué un trocito de pastel que quedó del cumpleaños de mi madre, además de servir en un vaso Sprite, que según lo que he notado a Pavel le encanta. 

Acomodé ambas cosas en una bandeja para facilitarme el trasladarlas hasta el segundo piso sin derramar nada, pero en el momento justo en el que iba a tomar la bandeja para llevarla hasta mi cuarto, escuché un golpe proveniente de las escaleras. 

Corrí inmediatamente a verificar qué había sucedido, encontrándome con un tonto quinceañero arrodillado en el piso y con sus ojos llenos de lágrimas. Bufé. 

—¿Qué rayos te pasó?—pregunté con el entrecejo fruncido.

—Quería ver si necesitabas ayuda —sollozó. 

Solté una tenue risa, solamente de imaginarme su caída me provocaron unas intensas ganas de burlarme, pero al parecer era un tipo bastante sensible porque comenzó a sollozar con más intensidad. 

Me acerqué con cuidado, pasé su brazo alrededor de mi cuello y le ayudé a levantarse, sus piernas sólo tenían una herida pequeña, pero por su expresión y sus llorosos ojos, parecía que él creía que había perdido media pierna. 

—Despacio... Duele mucho... —sollozó cuando lo impulsé a avanzar un paso. 

—Sólo es un rasguño, no seas escandaloso —afirmé, prácticamente obligándole a avanzar.

Al entrar nuevamente a la cocina lo ayudé a tomar asiento para buscar el botiquín y así poder sanar su "gran" herida. Tomé un par de vendas y un ungüento, al ver esto último desvió la mirada y mordió su labio inferior. 

Como una estrella. || Joongnine - MpregDonde viven las historias. Descúbrelo ahora