𝕊𝕦𝕞𝕞𝕖𝕣 𝕍𝕒𝕔𝕒𝕥𝕚𝕠𝕟𝕤~ 夏休み 𝕃𝕖𝕖 𝔽𝕖́𝕝𝕚𝕩 [𝕊𝕂ℤ]

夏休み (23)

Bueno. Una semana había bastado para que Félix y yo estuviéramos de lo mejor.
Hace un par de días que nos peleamos y él no sale de su habitación.
Yo evidentemente lo tengo que hacer porque trabajo.

Estoy al tanto de que fue mi culpa, le dije algo que también me hubiera molestado a mí. Pero sinceramente sino se lo decía, moriría.

—Félix— llamé a su puerta pero él no contestó —escucha, sé que estás ahí dentro, nunca sales y me sorprende realmente— dije lo último en voz baja —en fin, vengo para decirte que sé que me equivoqué y lo lamen-

—¿Maddie?— lo escuché hablar por detrás mío haciendo que volteara enseguida —¿qué haces hablando con mi puerta?— soltó una risita.

Me sonrojé. Que vergüenza —yo...— hice una pausa para pode hablar bien —yo creí que estabas ahí dentro— señalé su cuarto.

Rió otra vez —también tengo que hacer del baño ¿sabes?— volvió a reír. Se estaba divirtiendo tanto con esto.

Rodé los ojos —vine a disculparme.

—No es necesario Madds, yo-

Lo interrumpí —si tengo que hacerlo, insulté a tu amiga Tsuru, y ya había prometido que le daría una oportunidad— suspiré.

Negó con una sonrisa —entiendo si no te cae bien Madison, no todos te van a caer bien. Eso lo comprendo bien.

Negué —aguarda ¿hablas en serio?— él asintió con una sonrisa burlona —¿por que no me hablabas entonces?

Se encogió de hombros —es divertido tener que esconderme de ti un tiempo— iba a quejarme, estaba roja de ira.

Realmente quería golpearlo ahora mismo, pero sus brazos me lo impidieron. Él me jaló hasta pegarme a su torso y abrázame fuertemente mientras yo me quejaba.

—A comer niños— habló mi hermana mientras se acercaba con su celular en su mano, mandaba mensajes o algo así.

Nos separamos. Le di un golpe en el hombro que hizo que él se quejara y yo riera.

Ahora sí, ambos volvíamos a estar bien.

[...]

—Este fin de semana Soobin cumple años ¿quieres ir conmigo?— le dije mientras mirábamos el televisor.

Félix frunció el ceño y negó —no gracias. Que te diviertas— dijo en un tono fuerte. Pude escuchar su deep voice y me gustó.

Sonreí levemente y volví a hablar —¿tienes planes ese día?

—No, pero puedo llamar a mis amigos y planear algo— dijo sin tomarle mucho interés.

—¿Por qué? ¿Prefieres pasar tiempo con ellos que conmigo?— lo miré ofendida.

Félix me miró de reojo y rodó los ojos —no comprendes— rió leve y yo negué —olvídalo.

Me moví de mi lugar quejandome. Me acerqué más a él y dije —dime, sabes que soy retardada para comprender.

Él soltó una carcajada —lo sé. Te conozco— seguía pendiente de la televisión —olvídalo Madds, no es importante.

Bufé —anda Félix, ya dime.

Por fin volteó a verme. Estábamos demasiado cerca pero ambos no lo notamos, por lo menos yo no.

—No haré planes ese día, solo quiero descansar— sonaba algo indeciso.

Negué —no te creo Lix— me crucé de brazos y bajé mi mirada de sus ojos a sus pecas. Sonreí con los labios cerrados para luego pasar mis dedos por sus pequeñas marcas.

Félix sonrió ampliamente.
Nos habíamos callado por completo, ahora solo se escuchaba el televisor y nuestras respiraciones chocando entre sí.

—Maddie.

Lo miré y dejé de tocar sus pómulos.

—No quiero entrometerme entre ustedes— dijo firme y algo serio.

Fruncí el ceño —¿ustedes?

Asintió —Soobin y tú— hizo un pausa —¿de que sirve que vaya yo? Estarás con él y no me quejo, quiero que avances con él— sonrió de manera amarga.

Suspiré hondo e hice un puchero.

Rió —no finjas ternura que sé que eres un demonio— pellizcó mi mejilla y me quejé.

—¡Ey!— miramos a Ruby que salía de la cocina en dirección a nosotros —más lejos, guarden más distancia par de hormonales.

Ambos nos miramos y ahora si captamos. Era cierto, la distancia. Estábamos tan metidos en la platica que no notamos que nuestros rostros estaban a solo centímetros.

Nos sentamos como en un principio, ambos hechos unos tomates y Ruby riendo a carcajadas por lo nerviosos que nos habíamos tornado en tan poco tiempo.