夏休み (38)

2.5K 252 34
                                    

Félix miraba mi celular con concentración, mientras ambos permanecíamos acostados y completamente callados.

Con una de mis manos sujeté una de las suyas, haciendo que él sonriera y entrelazara nuestros dedos, sin quitar la vista del teléfono.

Después de unos minutos dejó de lado el aparato y comenzó a acariciar mi cabello.

—Me sorprende que la escuela haya aceptado la propuesta de quedarte en la casa de "tu tía"— dije haciendo comillas con los dedos.

Porque sí, la madre de Félix llamó a la escuela diciendo que su hijo se quedaría en la casa de su tía que justamente vivía en Tokio.

Asintió con una sonrisa pequeña —fue grandioso.

Asentí sin más que decir.

—Sé que soy molesto pero...— suspiró de manera triste —no logro comprender que haya perdido mi celular, digo, es demasiado extraño.

No dije nada y cuando vi que él estaba tornándose triste otra vez.
Me acerqué a él, me acurruqué en su torso, pasé mis brazos alrededor y él dejó un casto beso sobre mi cabeza.

—¿Le dijiste a tus amigos?— susurré.

—Sí, les dije que me quedaría aquí— hizo una pausa —se lo tomaron bien en realidad.

Asentí —que bueno.

El silencio volvió, pero no era para nada incómodo, era tranquilizante sabiendo que ahora Félix estaba justo a mi lado.

Pero de pronto recordé algo que no me dejaba un buen sabor de boca.

—¿Le diste me gusta a una publicación de la agencia para la que participé?— me separé al no escuchar su respuesta.

Félix tenía cara de no entender nada —no, ¿por qué lo preguntas?

Me senté y él hizo lo mismo —el día que te mandé mensaje de que no podría ir a visitarte, era el día de mi sesión prueba. Tú no contestaste, pero cuando subieron las fotos, tu cuenta le dio me gusta.

El rubio parecía realmente confundido —no lo hice, en ese momento ya no tenía mi celular conmigo.

Asentí tratando de pensar en alguna posibilidad —¿crees que haya sido la persona que encontró el teléfono?

Félix abrió sus ojos con asombro —no puede ser posible, tiene contraseña mi celular y también tiene desbloqueo con huella.

Asentí recordando que era cierto.
Yo sabía la contraseña y también tenía la huella de su celular, entonces ¿era alguien que se sabía la contraseña?

—¿Quiénes saben tu contraseña?— dije en susurro.

—Pues... Emilio, porque luego lo ocupaba para llamar a su mamá— dijo pensativo —¿crees que haya sido él?

Me encogí de hombros, no quería que pensara que me caía mal su amigo y por eso especulaba que él tenía su celular.

—No lo sé Félix...

Él suspiró hondo.

—Maddie— habló mi mamá al otro lado de la puerta —dile a Félix que vaya a dormir, tú vas mañana a la escuela.

—Si mamá— miré al rubio y le sonreí —ya la oíste, a dormir pecas— acaricié su mejilla y me paré de la cama.

Él me siguió hasta que llegamos a la puerta, estaba por abrirla, pero Félix me detuvo.

—¿Qué pasa?— dije sin entender.

Pasó sus brazos alrededor de mi cintura y dijo con un tierno puchero —quiero dormir contigo otra vez— susurró cerca de mis labios.

—Pero... mamá dijo que-

Me interrumpió —sé lo que dijo, pero quiero dormir contigo, Madds.

Suspiré mientras lo miraba a sus ojos —ve a la habitación y hazte el dormido, después de una media hora, subes— dije en voz baja.

Su sonrisa no tardó en aparecer —te amo— besó mis labios lentamente mientras apretaba más su agarre a mi cintura y pegaba más su cuerpo al mío.

Nos separamos y abrí la puerta —¡descansa Lix!— grité con intención de que mi madre escuchara que él ya se iba de mi cuarto.

—¡Descansa Maddie!— salió mientras me guiñaba el ojo y yo cerraba después de eso.

[...]

Era de noche.
Yo estaba envuelta entre mis sábanas mientras el sueño se estaba apoderando de mí en segundos.

Sentí como de pronto alguien se recostó a mi lado y movió un poco las sábanas.
Me abrazó por la espalda y susurró:

—Te amo— con su voz grave.

Sonreí y le contesté —y yo a ti.

Entonces nos quedamos en silencio.
Supuse que el rubio ya estaba durmiendo tranquilamente, porque por lo menos yo sí.

[...]

Era temprano y yo ya estaba totalmente lista para irme a la escuela.
Normalmente me levantaba mucho después, pero tenía que despertar a Félix antes de que mi madre llegara a revisar que yo ya estuviera despierta.

—Lix— lo moví levemente y él se quejó —Félix, mamá vendrá en cualquier momento.

Abrió sus ojos lentamente y me miró con el semblante fruncido —¿qué hora es?— su voz estaba ronca.

—Cinco con cuarenta— susurré al ver la hora en el reloj que reposaba sobre mi mesa de noche.

Se quejó otra vez —es muy temprano Madison— se dio la vuelta mientras se tapaba con la sábana hasta la cabeza.

Caminé lentamente hacia el otro lado de la cama.
Me puse de rodillas y le quité la sábana de la cara haciendo que Félix me mirara con un puchero.

—Levántate Lix, tengo que ir a la escuela— dije suavemente.

El rubio arrugó la nariz por unos segundos, pero después de eso solo asintió mientras daba un casto beso en mi frente.

Sonreí, me puse de pie para esperar a que él se levantara y poder componer mi cama antes de bajar a desayunar.

—Buenos días por cierto— dijo con voz sumamente grave, mientras se levantaba y ponía sus pantuflas.

Sonreí y extendí mis brazos en cuanto él estaba de pie —buenos días.

Félix me miró y entendió rápido.
Se acercó y pasó sus brazos alrededor de mi cintura para darme un abrazo, el primero por la mañana.

Yo puse los míos alrededor de su cuello para acercarme más a él y Félix solo me alzó un poco.
Planeaba cargarme, pero puse fuerza para que no lo hiciera. Era temprano, nadie tiene fuerzas a las seis de la mañana.

—Ve a cambiarte a tu habitación— susurré cuando me separé de él.

El rubio asintió y caminó a la puerta —te veo en el comedor— dijo con una pequeña sonrisa antes de cerrar la puerta.

Sonreí y asentí con la cabeza.
Él se fue y yo tomé mi celular para asegurarme de que no olvidaba nada.

Podía que en el grupo mandaran algo como: no olviden la tarea de química. No olviden la tarea de Alemán.
Siempre era una buena idea leer los mensajes, acostumbraba a olvidar algunas cosas y más si se trataban de la escuela.

𝕊𝕦𝕞𝕞𝕖𝕣 𝕍𝕒𝕔𝕒𝕥𝕚𝕠𝕟𝕤~ 夏休み 𝕃𝕖𝕖 𝔽𝕖́𝕝𝕚𝕩 [𝕊𝕂ℤ] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora