UNO - I
S O Y T U L O B ALuego de diez años, aquella chica se encontraba realizando a escondidas sus ejercicios matutinos. Ya que, su padre, ex-Alpha de la manada Redmoon, no le permitía hacer sobre esfuerzos de manera física. Según los machos, de la raza Lycans, las mujeres debían, encontrar a su mate, casarse, tener cachorros y dedicarse al hogar, pero, si tu mate era un Alfa, Beta o Delta, debías de participar como dama de honor en el consejo.
Siempre había sido así, no dejaban que las mujeres les faltaran al respeto ni los rebajaran, pensando que una débil criatura no debía retarlos. En el único macho que una Lycan, podía confiar, era su mate. Ya que este te defendería sobre todas las cosas.
La chica, anhelaba encontrar á su mate, pensando en que sería aquel hombre que la querria a pesar de todo.
¿Pero sería así?.
Las mujeres Lycan, debían permanecer virgenes hasta el matrimonio, al igual que los machos. En cambio, si no encontrabas a tu mate, por una u otra razon, un sabio te debía asignar otra pareja de vida.
Habían algunos Lycans que no cumplían esta regla, pero, Kesha, por mala suerte, tenia que hacerlo, ya que una falta de su parte y la reputación se su padre se vendria abajo.
Como decia...
Luego de que aquella chica realizará la meta debida, se levantó del suelo sacudiendo sus manos embadurnadas de tierra con su maya de deporte.
Seco con el dorso de su mano el sudor de su frente y tomo aquel bolso donde guardaba los implementos necesarios para una agradable mañana de ejercicios.
Comenzó a caminar hacia su hogar, con la brisa de principios de otoño calandole los huesos. Mientras se entretenía con aquel humo color blanco, que expulsaba por la boca cada vez que suspiraba.
Luego de un cuarto de hora, la chica de ojos y cabello chocolate, paro en la parte trasera de su casa, no podía entrar por la puerta delantera ya que sus padres se darían cuanta de su presencia y comenzarían a hacer preguntas que le costarían sus mañanas llenas de ejercicios en el bosque.
Cada que salía a las cuatro de la madrugada camino al bosque, dejaba la ventana abierta para su regreso.
Así que, con un fuerte impulso, lanzó aquel bolso hacia su habitación, para después comenzar a trepar un árbol directo a su ventana.
La chica, callo en el suelo de su cuarto causando un golpe sordo contra el piso de loza.
Suspiro para luego levantarse y comenzar a esconder sus cosas.
Luego de una agitada mañana de ejercicio
Me coloque mi pijama y me acosté en mi cama antes del que el reloj marcará las siete y tener que volver a el instituto.
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REINA ALFA (Descontinuada por edicion)
WerewolfEn el mundo de los Lycans, las mujeres son denigradas por ser débiles, al nacer por solo tener el gen lobo, y una loba interior sin poder transformarse. Desde hace miles de siglos, los hombres las rebajan, y protegían de todo lo que podían usando su...