En el mundo de los Lycans, las mujeres son denigradas por ser débiles, al nacer por solo tener el gen lobo, y una loba interior sin poder transformarse.
Desde hace miles de siglos, los hombres las rebajan, y protegían de todo lo que podían usando su...
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Salí de mi habitacion escabullendome por los abiertos pasillos de mi casa.
Pase por la cocina y el el living, pero para mi suerte, no había nadie que pudiera regalarme o reprimirme.
Salí de casa sin más, tenía mucho apetito, pero luego lo resolvería en la cafetería de la escuela, por que no se me antojaba para nada quedarme a desayunar en casa mientras me reñian sobre mi vestimenta o mi actitud de ayer.
Camine tranquilamente por el sendero de piedras que te dirigían hacia las verjas, para lueho pasar por ellas y llegar al frente de la casa. Al pasar a un costado del auto, el cual me trasladaba de un lugar a otro. Ignore olímpicamente al chofer, que había abierto la puerta de el coche esperando mi presencia y salí caminado disimuladamente hacia el bosque. Sinceranente se me apetecía llegar a la escuela en mi forma lobuna.
Me deshice de mi ropa, "Incluyendo mi ropa interior, cabe recalcar" y inmediatamente me imagine como una loba color blanco y ojos color magenta.
Pude comenzar a sentir como mis huesos se reacomodaban, pero esta vez, no sentía aquel espeluznante dolor tal y como la primera vez, si no más bien, se sentía como si me estuviera estirando luego de una reconfortante siesta.
Ya convertida, comenze a correr por todo el bosque en dirección al intituto.
Estaba feliz y emocionada ya que faltaba tan sólo un semana para graduarme, simplemente emocionante, por fin podría dejar de estudiar para ser una sirvienta para mi marido.
Continúe corriendo fijandome en los frondosos arboles, hasta que llegue al instituto en menos de dos minutos.
Me situe tras unos arbustos tratando de pasar desapercibida, y me destransforme. Tome la ropa que había guardado en mi mochila, y prosedi a vestirme nuevamente.
Trate de arreglar lo maximo que pude, mi cabello y sin más comencé a caminar directo a la entrada del instituto..
Al entrar algunas miradas curiosas dieron a parar en mi persona, ya que, ¡Claro!, era extraño ver a la niña de papi ejemplar, entrar a la escuela vestida así luego de su transformacion, evento, muy popular debido a mi puesto en la manada.
Ignorando nuevamente a todo el que me miraba, camine a paso seguro en dirección a los casilleros.
Pero una cabellera rubia, junto con un esbelto cuerpo se posicionó a mi lado, cuando me encontraba sacando los libros de mi próxima clase.
- ¡Hey! ¡Key!.- Saludo efusivamente Pamela Anderson. La chica perfectamente perfecta. Excepto, por su fama de zorra.- Sólo quería felicitarte por tus veinte... Además quería entregarte personalmente la invitación a mi fiesta de cumpleaños este sábado ¡Espero y puedas asistir!.- Dijo con una sonrisa emocionada mientras me entregaba un sobre color rosado.
