Ya No Quiero Oscuridad

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Keith se encontraba en su cuarto durmiendo después de un inesperado ataqué galra al castillo de los leones y un ataqué de tos después de un coqueteó fallido de Lance, por suerte las medicinas que le dio Pidge funcionan bastante bien.

En la puerta alguien golpeó despertando a Keith y enojando lo, se sentó en la cama descalzo y grito un adelante.

La puerta se abrió mostrando a Pidge, ella entro sería y se sentó a su lado, se quedo callada y Keith la miro confundido, estaba claramente incómoda, estresada y culpable, y no sabía porque.

— Pidge... —. Le llamo Keith colocando una mano en su cabeza, ella se sobresalto pero luego suspiró cerrando los ojos y bajando la cabeza —, ¿paso algo?.

Ella negó con la cabeza y se abrazo a si misma, no quería presionarla a que le dijera algo, así que dejo su mano en su cabellos castaño como apoyo.

Volvieron a estar en silenció, no era incómodo, tampoco agradable pero no dijo nada, prefería dejar a las personas con sus pensamientos a que perturbarlos y desordenarlos.

Repentinamente escucho un sollozo y sintió su mano agitarse, Keith volteó a ver a Pidge y se sorprendió al verla llorar. Ella limpió sus lágrimas con el dorso de su mano y colocó su cabeza en el hombro derecho de Keith y empezó a restregar su mejilla allí.

Keith le sacó los lentes y los dejo en su almohada para que no se hiciera daño, paso su brazo por su espalda y la pego a su débil pecho, coloco su mano izquierda en su cabeza pero Pidge la tomo y la abrazo.

— Esta fría —. Susurró Pidge refiriéndose a su mano —, y también muy pálida Keith —. Volvió a susurrar abrazando más la mano.

— Mi piel siempre a sido pálida Pidge —. Murmuro Keith.

— No... —. Dijo Pidge soltando más lágrimas —, este no eres tú... —. Volvió a decir pegándose a la clavícula de Keith — esta mano esta muy pálida, fría y delgada —. Le dijo soltando un sollozo — esta mano no es tuya... no es como antes.

Keith alejó su mano de Pidge y la abrazo, ella lloró en su pecho y enterró sus manos en la espalda de Keith.

Ella ya no lograba reconocer a Keith, su piel esta muy pálida, sus ojeras son terribles, esta delgado a pesar de todo lo que le prepara Hunk, tiene que estar ejercitando su cuerpo con cuidado y tiene que aumentar su dosis de medicina.

La mayoría de tiempo se encierra en su cuarto, evita a Shiro a toda costa, evita mirar a Allura a los ojos, llora por las noches él solo, se marea constantemente, no tiene su actual barrera para que nadie le haga nada.

El no era Keith.

Pidge no hablaba mucho con Keith, y de eso se esta arrepintiéndose.

Ella no había visto el sufrimiento por lo que pasaba, ella no había notado sus hermosos sentimientos por su amigo, ella pudo hacer algo... pero ya era muy tarde.

Ya era muy tarde.

Ahora Keith estaba derramando sus sentimientos a través de flores azules, esta expulsando sangré. Y puede sentir su corazón un poco lento.

Y lo que más la rompía era que sus ojos se iluminaban cada vez que Lance le hablaba sinceramente, y siempre lo encontraba llorando en su cuarto el solo y sus ojos se ponían sombríos.

No soportaba ver alguien destrozarse hací, y más si la persona era consiente de eso.

Keith no se merecía eso solo por tener esperanzas, no se merecía eso por amar a alguien, no se merecía eso porque ya tuvo mucha y jodida basura en su vida, no se merecía eso porque no tenía salvación.

Por ti lo que sea [Klance]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora