Revisión

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Keith se encontraba en el baño, con la mirada perdida en un punto fijo, con la comisura de los labios sangrando y sus ojos hinchados y sus brazos arañados.

Keith tomo un pequeño pétalo que estaba cerca de su pierna y lo miro de mas cerca: El pétalo era pequeño y tenían un fuerte color azulado, eran frágiles y hermoso.

Eran tan azulado que podría pensar que es una lapiz lazuli eran tan pequeño que encajaba en la punta de su dedo, era tan hermoso que podía hipnotizaba y era tan inofensivo que le daban ganas de protegerlo. Era hermoso, lastima que eso lo estaba matando.

Keith desvío la mirada del pétalo al inodoro, estaba manchado de sangre y pétalos iguales al que tenía en la punta de su dedo. Miro su interior y vio que solamente había más sangre y pétalos.

Sus ojos desviaron la mirada con una mueca de asco, suspiró el oxígeno que logro recuperar y cerro los ojos. Su cuerpo estaba cansado de eso, sus pulmones estaba en su límite y no podía creer que aun sabiendo eso seguía con lo mismo, solo por un chico. Un chico amable, divertido y adorable, que tenía sus inseguridades y se las confiaba a él.

Tiro de la cadena y se levanto para limpiar las manchas rojas que estaban en todo el suelo, y recoger los pétalos para tirarlos. Después de limpiar la sangre, recogió los pétalos lentamente.

Abrió la puerta del baño y miro su cuarto. Su cama estaba revuelta con pétalos azules, su chaqueta estaba tirada en el suelo por la rapidez que que se la saco y tiró, y su almohada estaba machucada por los golpes, apretones y llantos que tuvo. Le resto importancia y recogió los pétalos que estaban revueltos en su sábana.

Volvió al baño con los pétalos de su cuarto en sus puños y camino al inodoro más tranquilo que hace un rato. Allí tiro los pétalos y tiro de la cadena, miro como los pétalos se revolvían en el agua y bajaban para luego perderse, se quedo mirando un rato más el agua y se fue.

En su cuarto ordeno todo: la cama, su chaqueta roja y la almohada. No tenía mucho en su cuarto, busco su daga y la miro. Podía ver su reflejo en ella y era horrendo : su cabello estaba desordenado, sus ojos estaban hinchados y sus ojeras volvieron.

No estaba de ánimos para que Lance venga y usen esas mascarillas que tanto adora, aunque esta noche no vendrá, de hace una semana no lo hace, y eso es lo que le molesta. Lance estará con Allura porque ella quiso saber de esas cosas y pasar más tiempo con Lance de la noche a la mañana. Y lo más molesto es que eso era algo que se había vuelto de él y Lance, era algo que se volvió costumbre entre ellos, era algo que le daba una oportunidad de estar mas cerca de él, era algo en lo que pasaron noches enteras bromeando y abriéndose uno al otro.

No podía evitar sentirse egoísta y celoso, siempre tenía en la cabeza que Allura era un estorbó entre ellos o que debería hacerse la cirugía. Siempre tenía esas ideas impulsivas en su cabeza y no lo dejaba dormir en paz, ni en sus sueños podía estar tranquilo.

Pero ya no importaba, al parecer Lance no lo veía de esa forma las sesiones de mascarillas, solo lo veía algo común, algo que debía hacer solo porque Keith se veía mal, y lo peor es que cada mañana Lance le contaba que la sesión de belleza con Allura era lo mejor.

Keith se llevo una mano rápidamente a su boca y empezó a toser, como siempre: le dolía, le ardía y a la vez se ahogaba. Cerro los ojos con fuerza obligando a las lágrimas que acumuló salir de sus ojos, corrió al baño y se arrodillo frente al inodoro como hace un rato. Quito la mano que cubría su boca y posó su cara casi adentro del inodoro, soltó todos los pétalos de su boca y empezó a toser nuevamente para sacar todos.

Una vez que termino y tiro de la cadena, pego su frente en la pared y se concentro el el ardor de su pecho y garganta, no podía seguir pensando así de Lance, y menos de Allura. Solo empeoraba si seguía así. Sintió unas punzadas en sus costillas, su respiración se volvió agitada, sentía su garganta apretarse y en su boca tenia un mal sabor a tierra.

Por ti lo que sea [Klance]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora