Hokage

La metida de pata de Hashirama

Izuna no sabía porque el amante de su hermano quería hablar con él, tal vez el idiota de Tobirata le pidió el favor. Ya se imaginaba que el muy idiota no tenía el coraje de enfrentarlo a la cara.

El menor de los líderes Uchiha sonríe al pensar eso, si todo resultaba como estaba planeado tal vez podía hacer que quitarán a Tobidivaza del puesto y colocaran a su adorado hermano.
Tuvo que hacer muchas cosas desagradable para meterle ideas en la cabeza a las personas, hablar con las personas indicadas en su clan. Realizar algunos favores en la cama a las damas, después de todo el gen Uchiha era más tentador y provocador que el de un Senju. Sobre todo si dichas damas, se quejaban de que el nuevo Hokage era muy frío con ellas.

Izuna llega donde fue citado por el anterior Hokage y lo ve en una mesa bastante alejada, eso lo extraño. Pero como Hashirama era bastante raro, no le tomó importancia.

Llega a la mana y saluda al mayor de los Senju con un movimiento de cabeza, en cambio el mayor se emociona lo abraza y lo despeina. Algo que no le gusto para nada al de ojos oscuro y piel blanca.

— Hashirama – sama, que bueno verlo. Mi hermano me dijo que tenía hablar algo urgente conmigo — hablo lo más diplomático posible — ¿De que desea hablar? ¿Acaso recibió alguna queja por parte de su hermano?

Hashirama sonríe y le sirve un poco de té sabor sakura — No, mi ototosan no ha tenido tiempo para quejas, en estos momentos está demasiado ocupado con la academia ninja.

Izuna finge una sonrisa y disimula tomar el té, no le gustaba los pétalos de sakura  — Entonces, ¿quiere hablar de mí hermano?

Hashirama niega con la cabeza — Quiero hablar del mío.

Izuna se extraña por eso — Pero usted dijo...

— Tú preguntaste si me hermano tenía alguna queja y no, no la tiene. Jamás preguntaste que tema íbamos hablar — lo interrumpe él.

Miren, no era tan idiota el primer Hokage como la mayoría pensaba. Izuna se sorprende por su descubrimiento, tal vez a su hermano le encantaba que Hashirama se hiciera el idiota.

— Bueno, ¿que pasa con su hermano Hashirama – sama? — pregunta él y ve como sirven unos dangos con salsa de soya dulce, está vez si comió unos cincos y pidió otros para llevar.

— Me gustaría que ayudarás a mí hermano — dice él mientras que comía unos bollos dulce —  Sabrás que mí hermano no es muy.. sociable y me gustaría que lo ayudarás con eso.

Izuna tuvo que pellizcarse la pierna debajo de mesa, para no reírse de la petición que le hizo el Senju.

— Dudo mucho que su hermano quiera que lo ayude en ese tema — habla él mientras que se come otro dango y no decir nada inapropiado.

— Él no se debe enterar — comenta el mayor y después baja la voz para que nadie lo escuche — ¿Te confieso algo?

Izuna finge tener una cara de seriedad y se acerca más al Senju, un secreto que pueda destruir al Tobirata le serviría de mucho — Digame, no le diré a nadie.

— Tobirama vio como salía con otras chicas y de algún modo eso lo enojo — comienza hablar Hashirama sin tomar la cara que hacía el joven Uchiha — Creó que está celoso, de que todo el mundo se pueda divertir y él no. Desde pequeño ha sido demasiado responsable, cuando se fundó la aldea. Él tuvo que ayudarme mucho, haciendo negocio por un lado y convenciendo a los demás clanes por el otro. Pensé que si me retiraba, él podía descansar también. Pero me equivoqué, lo eligieron entre mil candidatos para que fuera el nuevo Hokage y él no podía defraudar a nadie. Izuna por favor, me ayudarías mucho si me hermano se relaja un poco. Es tanto el estrés que ni con una chica ha podido estar.

— ¿Cómo? — pregunta Izuna por lo bajo también, tratando de ocultar su felicidad, esto era demasiado bueno para ser verdad — El segundo Hokage es vir...

— Shhh — le pide Hashirama — Por favor, esto no se lo debes decir a nadie. ¿Que pensaría los de la aldea de la honra de mí hermano?

Izuna ya tenía la pierna toda morada de tanto pellizcarse, respira hondo y trata de hablar calmado, que no se le notara la emoción. Aunque sus ojos no podían decir lo mismo, notaban un brillo travieso — Tranquilo Hashirama – san, yo jamás haría algo que perjudicara la imagen de su «perfecto» hermano.