Cuando Wanda le pide a Peter que investigue quien es la persona que le envía cartas, él sabe inmediatamente que esta jodido. Ahora él deberá seguir con las mentiras, todo con tal de que su amiga no se de cuenta quién es la persona que le envía las c...
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La situación al final no resulto tan compleja como pensaron los tres. Peter continuó con su vida, de todas formas no seria su primera decepción amorosa.
Wanda nunca dudo sobre su decisión, Bucky era un buen hombre y la hizo sentir tan completa que ella dudaba sobre la realidad en la que vivía en estos momentos, una realidad en donde es feliz. Wanda espera que esto no sea momentáneo.
El mayor alivio de toda esta situación tal vez se lo llevó Steve. Bucky dejó el programa. Wanda recibió un ramo gigante de flores luego de que Steve se enterara el motivo.
"Bucky estaba siendo un idiota conmigo, gracias por rescatarlo del infierno", Wanda aprecia la nota que acompañaban las flores.
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—¡Natasha así no se juega! —se queja Tony.
—Tony tiene razón —Steve murmura.
—El Monopoly es mío —Natasha cuenta sus billetes—, son mis reglas.
Bruce se ríe un poco, él se acaba de quedar sin billetes.
—Me rindo —Bruce se pone de pie y se retira de la mesa.
Peter y Wanda se miran. Las reglas que Natasha inventó solo la beneficiaban, ella por supuesto que era el banco en este juego. Steve tiene unos cuantos billetes de veinte dólares. Tony ante su falta de dinero sacó dinero real de su billetera , todos eran billetes de diez con un total de ciento veinte dólares en juego, no quería perder todo su dinero ante una rufián como Natasha, ella dijo que no le devolvería su dinero de verdad en caso de perder.
Wanda tiene solo dos billetes de cinco, además si los dados jugaban en su contra quedaría en banca rota y perdería al igual que Bruce. Tony, Steve y Natasha se mantienen discutiendo sobre las reglas, Peter aprovecha la oportunidad y le da todo su dinero. Peter llevaba la ventaja entre todos los jugadores y era una partida con suerte, de todas formas Natasha no lo dejaría ganar.
—Te doy todos mis millones —Peter murmura mientras entrega todos sus billetes, tenía una buena cantidad de billetes de cien—, gana por mi.
—Gracias —ella apenas puede hablar, esta evitando reír—, es usted un millonario muy amable.
—Me he quedado sin billetes también —Parker llama la atención del trio que se encontraba peleando—, me rindo también.
Los tres se quedaron callados por unos segundos, como puede ser posible, el niño tenía lo suficiente como para continuar la partida. Ellos miran de inmediato a Wanda. Ella y su sonrisa hermosamente descarada, la castaña cubre su sonrisa con los papeles de colores que acaba de obtener.
