4. |♡| Confesiones.

1.4K 89 9
                                    

ERIKA.


Con Ashley nos arreglamos y y estamos bien cosa que me alegra, le conté que estoy enamorada de Benjamín y ahora sólo queda decírselo a el idiota.

Últimamente ella está saliendo más, come, ríe, se divierte conmigo y eso me alegra, le mande mensajes en la mañana a Benjamín sobre eso hace dos días. Me dijo que Logan se ducho luego de un par de días y yo sigo intentando que mi amiga hable con él pero se niega rotundamente. Es demasiado necia.

Estoy llegando a casa con las compras y abro la puerta como puedo con las miles de bolsas.

—¡Ashley! —grito cerrando la puerta detrás de mí. No contesta, debe estar durmiendo o volvió a salir. Entro a la cocina y dejó las bolsas sobre la isla. Miro a mi alrededor buscando mi teléfono, voy a la sala y lo veo sobre la mesa. El chat de Ashley esta abierto y miro esta confundida.

♤ 𝐌𝐢 𝐚𝐦𝐢𝐠𝐚 𝐡𝐞𝐫𝐦𝐨𝐬𝐚. ♤

Erika, se que te estás preguntando donde estoy y hace tiempo lo estuve pensando y decidí irme por un corto tiempo. Sabía que en cuando te lo dijera estarías en contra pero sólo serán unos meses, volveré pronto.

Y sí, eres y serás la madrina de mi bebé.
Tomaré el vuelo a Cancún de las 9:30 en el aerolínea Speed. No intentes detenerme, aún así es tarde, ya no puedes.

Te amo amiga, nos vemos.

Terminó de leer los mensajes y salgo a correr fuera del edificio.

Afuera salgo a correr en busca de Logan, ¿por qué mierda me avisa cuando se está yendo?

Carajo, me las va a pagar muy caro Ashley.

Marco el número de mi mejor amiga y no contesta, lo hago tres veces más mientras corro buscando un taxi. No tengo auto, por supuesto no hay taxis, recuerdo que no tengo dinero encima así que me siento estupida y lo único que se me ocurre es correr. Así que corro como una desquiciada, marcando con el teléfono a él idiota esposo de mi amiga. Dejo de lado eso en la quinta llamada y sigo corriendo, seguramente debe estar en la empresa y ruego porque lo estara.

Mi teléfono no tiene más batería y se había apagado luego de unas cuantas calles de llamarlo, estoy a un par de cuadras, con una rodilla sangrando por una caí de de dos cuadras antes. Mis talones me duelen y esquivar a la gente no es tan fácil como lo hacen ver en las películas cuando alguien corre por una acera, pero es entendible ya que las películas se dedican a mentir.

Miro el edificio frente a mi, se perfectamente a que piso debo ir así que corro adentro y voy directo al ascensor. Toco para que este baje y hago lo mismo con los otros cinco elevadores a mi alrededor. Él primero que toque se abrió y entro velozmente a este, me muevo en el desesperada tocando mis manos luego de tocar el botón para ir al piso destinado. Termino de subir los pisos, salgo de este y veo la recepción. La paso corriendo y la chica me mira atónita.

Suelto una risa por su cara y abro la puerta con sus gritos de fondo, entro a la oficina y me apoyo sobre mis rodillas pero subo las manos un poco por encima de estas al sentir el dolor cuando la adrenalina baja.

—Erika, ¿qué sucede? —escucho la voz de Logan. Levanto la mano para que me de un segundo y respiro agitada mientras guardo mi telefono en el bolsillo de mi vestido. Escucho unos fuertes tacones y veo a su recepcionista entrar con una cara de disculpa.

—Perdóneme, intenté detenerla pero es muy rápida. —habla algo asustada y casi sorprendida. No le tomo mucha importancia y me levanto para mirar a Logan.

ℳάs.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora