𝙲𝚞𝚊𝚗𝚍𝚘 𝚝𝚎 𝚌𝚘𝚗𝚘𝚌𝚒́ 𝚝𝚞𝚟𝚎 𝚖𝚒𝚎𝚍𝚘 𝚍𝚎 𝚎𝚗𝚊𝚖𝚘𝚛𝚊𝚛𝚖𝚎. 𝙰𝚑𝚘𝚛𝚊 𝚝𝚎𝚗𝚐𝚘 𝚖𝚒𝚎𝚍𝚘 𝚍𝚎 𝚙𝚎𝚛𝚍𝚎𝚛𝚝𝚎.
𝐆𝐢𝐏𝐨𝐨𝐧.
ERIKA.
Observo durante unos segundos el teléfono frente a mi y asiento.
—Me lo llevo. —confirmo con una sonrisa al hombre que atiende la tienda de celulares, veo como espaca el último modelo del iPhone con una sonrisa, prefiero mi viejo y pequeño teléfono Samsung pero Benjamín me recomendó uno más avanzado, y como me encanta seguir sus consejos; lo compre. Lo pago, me da el teléfono y salgo de la tienda agradeciendole mientras me despido con mi mano. Un hombre muy amable, la verdad.
Miro la bolsa negra de cartón con letras blancas y me alegro ante la idea de tener un nuevo celular, es muy necesario y no puedo estar sin teléfono con todo el trabajo que tengo. Paso a otra tienda para elegir la funda y que le ponga su protección.
Las personas pasan a mi lado mientras camino con tranquilidad a la tienda, o eso quiero aparentar.
Este día lo confirme, hay alguien seguiendome.
Lo vi por mi espejo retrovisor, mirándome como un acechador... Un hombre encapuchado.
Mi corazón latio como loco pero aún no le he dicho a nadie. ¿Y cómo hacerlo? hasta hace tres minutos no tenía teléfono. Pero ahora sí, y gracias a Dios anote el número de Benjamín antes de salir, sólo lo hice sin razón.
Saco el teléfono de su caja frente al vendedor que espera paciente que se lo de para ponerle lo que le solicite. Se lo entregó con una sonrisa y este procede en su trabajo, miro a mis lados chequeando el lugar y veo esa misma capucha mirando de espaldas a mi, veo al señor limpiar la pantalla del teléfono aún ocupado, estoy nerviosa. De verdad quiero pensar que lo de hoy fue una locura, y que lo de ahora es una casualidad pero si toda la estúpida semana fue extraña es obvio que pensaré así.
—Disculpe —llamo sacando el papel donde está el número de Benjamín de mi bolsillo. El hombre saca una caja y hace ademanes mientras ve mi teléfono.
—¿Sí? —dice sin mirarme.
—¿Puede por favor darme su teléfono para una llamada? —mi voz es nerviosa, casi temblando. Pero quiero parecer normal. Este asiente sin darle mucha importancia, saca su teléfono de su bolsillo y lo desbloquea supongo, para luego darmelo. Se lo agradezco mientras lo tomo, los números aparecen en la pantalla y anotó el número de mi amado en este para luego ponerlo sobre mi tímpano. Miro a los lados ansiosa porque atienda y esperando ver al tipo, y este mismo sale del lugar quitándose la capucha y dejando ver de bajo una gorra.
Me siento como Beck, acosada por Joe.
Demasiado You. Niego y suspiro.—¿Hola? —me alivió al escuchar su voz y respiro profundo.
—Benjamín. —digo suspirando sin poder evitarlo.
—¿Erika? —extrañado habla, haciendome sonreír —. ¿Este es tu nuevo número?
—No, es del señor de la tienda. —aclaro algo divertida pero aún nerviosa por los acontesemientos. Este mismo me ofrece ver fundas para el teléfono y le pido una transparente que veo no muy lejos.
—¿Por qué le pediste al señor su teléfono? —parece divertido ante eso, mientras ríe sobre mi tímpano.
—Digamos que no soportaba el no hablarte. —suspiro. El calla durante uno segundos y muerdo mi labio inferior nerviosa.
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ℳάs.
RomanceCOMPLETA. Erika es una joven que no le da a los hombres más de una noche. Benjamín es igual, hasta que la conoce, creando en él un gran interes y curiosidad sobre ella. Él hará de todo para conquistarla. Ella hará todo para resistirse. ¿Qué ganara...