ERIKA.
Han pasado dos semanas de lo sucedido con ese tipo. Afortunadamente, esta vez si fueron suficientes pruebas para la policía y gracias a los contactos de mi amado novio qbogado y su mejor amigo Logan, a Tanner lo condenaron a muchos años de prisión.
Puedo respirar con alivio por ello, pero sobre todo porqué las cosas entre Benjamín y yo están mucho mejor de lo que imaginé y no puedo estar más feliz.
Estoy mirando "Two Weeks Notice" animadamente y río con la escena del amigo explicándole al protagonista sobre cómo son las mujeres.
—Ese tipo no sabe nada. —susurro moviendo a un lado mi cabeza y comiendo una rebanada de chocolate.
—Amor. —se escucha a mis espaldas, giró a ver a mi amado novio a un lado del sofá y le sonrío cuando lo veo bien vestido. Tiene un traje a la medida de color negro con finas rayas blancas por el, corbata lisa negra, camisa blanca, zapatos negro brillantes y su cabello despeinado junto a una gigantesca sonrisa.
—¿Y eso? —hablo riendo al verlo tan elegante —. ¿A dónde vas tan elegante? —lamo mis dientes sintiendo el chocolate en ellos, me mira sonriendo.
—Iremos, querrás decir —levanto una ceja mirándolo confusa y curiosa —. Ya, ve a cambiarte que no quiero llegar tarde. —insiste riendo, me levanto quejándome y me estiró con pereza delante del sofá. Dejo el chocolate frente a la mesa del mismo y pongo mis manos en mis caderas.
—Sep, tengo pereza. —me giró a verlo y rueda los ojos, toma mi mano y me acerca a su cuerpo.
—Por favor, amor —besa mis labios en pequeños picos —. Por mi. —vuelve a besarme seguido una y otra vez haciéndome gruñir con molestia.
—Mmgghh..., si no fueras tan lindo eso no te funcionaría. —espujo su rostro por lo que me sonríe.
—Si no fuera lindo no estarías conmigo. —vuelca sobre mi su mirada con una ceja alzada y tocó la punta de su nariz con mi índice, sonriendo.
—Que cierto es eso. —me observa con desaprobación mientras río, beso sus labios rápidamente para luego alejarme, e ir a cambiarme.
Llego a la habitacion y voy directo al closet, porque que pereza ducharse. Me pongo un vestido blanco de encaje que llega hasta por encima de mis rodillas, con escote de hombros caídos y una genial espalda que lleva cierre pero al cerrarlo pareciera que tuviera botones. No puedo terminar de subirlo y lo dejo así para luego pedirle ayuda a Benjamín. Tomo unos tacones de color nude con tiras sobre la parte de los dedos y el tobillo. Suelto mi cabello y lo dejó caer en ondas sobre mis hombros, me acerco al espejo y maquillo mis ojos con un marrón claro, pongo rimel y coloco en mis labios el mismo color de mis tacones, ambos brillantes.
—Wow. —exclama mi amado en la puerta de nuestra habitación.
Estamos viviendo juntos hace no mucho, él decidio que le era imposible dormir sin mí y yo no pude negarme cuando me pidió que viniera a vivir con él.
Le sonrío y cierro el pote de labial.
—Ven, ayúdame —suplico estirando mis manos hacia él en un puchero. Sonríe entrando a la habitación, pongo mis manos sobre el mueble y lo miro a través del espejo —. El cierre. —asiente y corre mi cabello hacia un lado, pone sus manos en mi cuerpo y levanta con lentitud el cierre. Termina su trabajo y sube sus manos a mis hombros para luego dejar un beso sobre mi cuello.
—¿Vamos, hermosa? —pregunta besando me mejilla y reposando su cabeza sobre mi hombro, abrazando mi cuerpo presionando mi espalda con su musculoso abdomen.
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ℳάs.
RomanceCOMPLETA. Erika es una joven que no le da a los hombres más de una noche. Benjamín es igual, hasta que la conoce, creando en él un gran interes y curiosidad sobre ella. Él hará de todo para conquistarla. Ella hará todo para resistirse. ¿Qué ganara...