10. |♡| Revelaciones.

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ERIKA

Veo mi anillo de compromiso mientras acaricio mi barriga, suelto un pequeño suspiro con una sonrisa.

Benjamín y yo nos vamos a casar, estoy ambarazada del hombre que amo, con el cual me voy a casar y voy a tener a su bebé.

«Ya quedo claro», habla mi fastidiosa conciencia. Resoplo para luego reír.

Mi estomago resuena y miro mi barriga mientras la sigo acariciando.

El pequño bulto crece poco a poco y no puedo estar más feliz.

Con Ashley nos dimos cuenta que las niñas naceran en tiempos cercanos, me alegro de que se tengan la una a la otra.

Se que nuestras hijas serán muy buenas amigas, justo como sus madres.

Una vez más mi estomago hace ruido en el auto, mi mal humor empieza a afectarme debido a mi hambre.

Miro a mi lado por la ventana, el edificio donde acaba de entrar Benjamín.

Atrasamos nuestra cita por un trabajo de último momento, sé que le dije que podríamos hacer la parada y que no tenía problema con eso; pero ahora tengo hambre, necesito que venga.

—¿Tienes hambre?, tal vez sea yo... —hablo a mi bebé en mi estomago con una pequeña sonrisa.

Respiro profundo, no me agrada la sensación que siento en mi pecho, ni la situación. Algo va mal.

Mi sexto sentido me lo dice, tal vez este desarrollando mi poder de super mamá.

Además, no me agrada para nada que este en la oficina con esa secretaría; la tal Ana nunca me dio buena espina.

«A la mierda», me bajo del auto y salgo en busca de mi esposo.

Si me regaña por salir a oscuras a plena noche a la calle, le regañare por dejarme sola.

Si antes era sobreprotector, ahora que llevo a su bebé en mi vientre es mucho peor.

Me adentro al edificio, las luces aún siguen encendidas y subo apresurada al asensor. La empresa es gigante, puedo observarlo aún más ahora que no hay nadie.

Mi futuro esposo dueño de un Buffett de abogados, que maravilla.

Me muevo inquieta en mi lugar mientras toco el botón para llamar al asensor, me siento extrañamente nerviosa y una vez más, no me gusta la sensación.

Niego apresurada, negandome a mi misma que algo podría estar mal y entro al asensor cuando abre sus puertas. Me adentro a el y toco el botón para luego suspirar mientras me apoyo en este.

«Algo esta mal...», niego. No queriendo darle lugar a esos pensamientos, respiro profundo y trato de convencerme de que todo esta bien... pero en realidad no lo sé.

Salgo del asensor y en la recepción no veo a la mujer, así que supongo ambos están en la oficina.

Últimamente a estado trabajando hasta tarde, pero me dice que lo hace ya que quiere dejar todo libre para nuestra boda. Lo cual me pone feliz, hace tiempo no vengo a su empresa y eso es porque él me ha dicho que es un lío, pero que aún así estoy invitada.

Ahora, frente a la puerta de su oficina me siento extraña... sobrante.

Me acerco con una pequeña sonrisa, queriendo olvidarme de mis nervios... mi estomago se revuelve y respiro profundo pensando en positivo.

—Benjamín... —lo llamo abriendo la puerta pero mis palabras quedan en el aire.

La aleja brusco de su lado, pero el labial de mujer sigue sobre su boca. La chica que reconozco como Ana me mira con sorpresa y yo... observo al padre de mi bebé en frente de otra mujer, luego de besarla.

ℳάs.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora