Capítulo 4

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Newt preocupado por lo que su mujer le contaba con respecto a la salud de ella intento convencerla de que fueran a San Mungo pero fue en vano las palabras de él. Entonces el magizoólogo le dijo a Tina algo serio ante la situación  ‒ si te descompones nuevamente vas al médico y sin peros  ‒ luego le dice nuevamente ‒ mañana haremos un viaje, porque estas bajo mucho estrés con el tema de las casa.

El magizoólogo decidió llevar la a las playas de Dorset, donde le había propuesto matrimonio y donde alguna vez le contó porque era su refugio y lugar favorito.

Al llegar a las playas de ese hermoso lugar, Newt y Tina contemplaron un buen rato el paisaje que les ofrecia, sentandose en la blanca arena calida, que el sol había calentado durante todo el día. Las olas del mar azul eran música que la misma naturaleza les regalaba. Hasta que a la morena le agarro frío, haciendo que Newt notará eso y dijo.

- ¿Cariño quieres que vayamos a casa?

- no, quedemos un par de horas más. Quiero conocer un poco este lugar. - respondió ella, mientras el castaño le entregaba su saco.

Recorriero y pasearon por todo el condado. Entraban y salían de cada tienda que tenía cosas del hogar, luego pasaron por una tienda de bebé y a Newt le facino, entro a comprar un enterito tejido de color crema, junto con unos pequeños guantes y un gorrito del mismo color que el enterito. Mientras que Tina seguía caminando. Vio un pequeño papel pegado en la vitrina de una tienda que decía:

Vendo una pequeña casa de campo, de dos plantas, con cuatro habitaciones y tres baños.

Ella quiso entrar a preguntar pero el local ya se encontraba cerrado, en eso llega el castaño con un bolsa.

Y no por nada la bruja era auror y le pregunta - ¿que traes ahí?

- Nada, solo cosas que necesito para las criaturas.- Respondió Newt. Le tuvo que mentir porque quería que fuera sorpresa.

La morena sabía que su marido le estaba mintiendo, pero no dijo nada y señalando el letrero añadió - Mira cariño, creo que encontramos nuestro hogar.

- Entremos a preguntar - dijo él.

- Trate de entrar pero ya está cerrado amor. - agrego Tina, agarrándose de su esposo y volvió añadir - tendremos que venir mañana más temprano.- Luego de decir eso la pareja decidió ir a cenar.

Fueron a Le Chatón Inn, un hotel, que queda a las afueras de Dorset; allí el lugar era muy familiar y muy agradable, habían gente de todos lados y de distintos países. Pudieron conseguir lugar cerca de una ventana que daba hacia el frente, el paisaje indicaba que ya estaba anocheciendo y que esa noche haría más frío que las anteriores veces.

Mientras esperaban que los atendieran, la pareja quedó observando a cada niño muy maravillados y comenzaron hablar del tema de ser padres, de los nombres que le pondrían; hacían chiste respecto a eso. Hasta que llegó el mozo interrumpiendo la conversación, haciendo que la pareja se callara.

- ¿Qué desean ordenar?- pregunto el mozo

- una ensalada de pollo y pato ahumado con tomates cherry - inquierio la auror.

- yo voy a pedir un lomo de cerdo con estofado a fuego lento, con puerro y zanahorias a las brasas, con lentejas. - añadió el castaño.

- y, ¿Para tomar?- pregunto el hombre.

Newt y Tina se miraron antes de decir que es lo que iban a tomar y luego el magizoólogo agrego - agua.- Al escuchar lo último el mozo se retiró dejando solos al matrimonio Scamander. Estos retomaron su conversación con nombres de bebés.

Todos los nombres que fueron diciendo a ninguno de los dos le gustaban, hasta que Tina se diatrajo por unos segundos con el título del diario que trataba sobre una heroína.

- ¿Newt que te parece el nombre Adeline Josephin? - preguntó ella quitando la vista de la notica.

- Me gusta. ¿De donde lo sacaste? - dice el magizóologo.

- De una historia sobre una heroína que salva a dos personas de un incendio - respondió ella.

La cena transcurrió tranquilame hasta que decidieron ir a sus habitaciones a descansar.

A la mañana siguiente muy temprano ambos abandonaron el hotel para volver al lugar de anoche, el que vendian la casa de campo.

Antes de llegar al local se distrajeron observando cada vidriera, las que no vieron porque se hacia tarde. En cada una de ellas se hallaban cosas diferentes de algunos países como: España, Argentina, México, Japón, Grecia entre otros.

Que a Tina le gustó, sobretodo el traje colorido mexicano - sabe Sr. Scamander quiero conocer la cultura de otros lugares, tenemos que tomarnos un par de vacaciones.

- Con lo mucho que te gusta dejar tu trabajo a ti, seguro iremos algún lado - bromeó él mientras le depositas un beso cálido en el a cabeza de su amada.

Dejando las distracciones llegaron al local, entraron viendo los artefactos colgados del techo y las paredes.

- ¿Los puedo ayudar en algo? - dijo una voz suave que provenía detrás de unos estantes, la persona se hallaba ordenando y acomodando la mercancía que había llegado ayer por la tarde.

La persona que yacía en el suelo sentada se trataba de una señora mayor de aproximadamente unos ochenta años.

La pareja sorprendida de la intuición de la anciana se acercan un poco al mostrador - Hola venimos por el anuncio de la casa.

- Uh, lo hubieran dicho antes - lo dijo con un tono alegre, como diciendo por fin alguien se interesó por la casa. Mientras se levantaba del suelo y les señalado para que pasarán una puerta que se encontraba detrás del mostrador.

La joven pareja hizo caso a lo que había dicho la anciana, pasaron la puerta y esperaron unos segundos a que ella regresará. Pasaron unos minutos y la dueña del local regreso para desaparecer con el matrimonio Scamander.

Al llegar al lugar donde se encontraba la casa era una zona un poco apartada de la ciudad. El aire que se respiraba ahí era puro, esa mañana en las colinas soplaba una brisa fría que acariciaba los cabellos de los presentes. El cielo azul que radicaba ese día indicaba que haría bien tiempo y las llanuras de un verde tan intenso, con sus leves movimientos saludaba a Tina, Newt y la anciana.

A lo lejos de donde se encontraban los tres se veía una pequeña casa con portones de madera de color blanco, dando a entender que en ese lugar tuvieron ganado de bovino como ovino. También a unos metros se veía un granero de color rojo con algunas franjas en blanco, el material era de madera.

‒ Vengan les mostrare la casa ‒ dijo la señora.

La pareja siguió a la dueña del terreno mientras que sus expresiones eran de asombro, estaban frente a un lugar que parecía mágico y encantador. Perfecto para criar niños, formar una familia y para acoger a animales tantos mágicos como animales comunes.


***


Hola, les quería pedir perdón por la demora en publicar este capítulo. He tenido parciales y trabajos prácticos, también no he tenido muchas ideas.

Les cuento que esta historia contaría con solo cuatro capítulos pero he decidido agregar  un más, en total La familia Scamander contara con un  quinto y último capítulo.


La familia ScamandeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora