Transferida a una escuela de brujas

Descubrimiento Equivocado

Autor.

Bueno, bueno, luego de meses de espera, finalmente pensé en un rumbo, una base, una causalidad, así que escuela de brujas, ¡está de vuelta!

Disfruten.

La ciudad, la gran ciudad llena de... De autos, pandilleros... Ebrios, drogadictos, asaltantes, prostitutas y... ¿A qué mierda de barrio nos trajo el profesor?

—¿No estábamos en una firma de abogados super lujosa? ¿Qué hacemos en este lugar donde todos miran a Avelin como un pedazo de pollo? —pregunté tratando de cubrir mi estómago descubierto y bajar mi falda.

—Bueno, hay cámaras en la principal y no nos vieron entrar al edificio, así que obviamente teníamos que salir por atrás.

—¿Y por qué hay un barrio tan horrible detrás de un edificio tan lujoso?

—A mi no me parece tan horrible —contradijo Mavis—. Me recuerda a mi hogar —y se portaba extrañamente nostálgica.

—¡Oigan, chicas! ¿cuanto por una mamada?

—Sep, igualito a mi hogar —repitió Mavis ante el acoso de dos pandilleros cercanos.

Por otro lado, la sensible Avelin no dejaba de temblar.

—Sólo no presten atención y no se distraigan, saldremos de aquí de prisa —mencionó el profesor confiado.

Lo seguimos de cerca, muy de cerca; incluso yo tenía miedo de este lugar que parecía verse oscuro y deprimente a pesar de estar a plena luz del día.

A donde volteara, podía ver algo malo; borrachos orinando a la izquierda, basura acumulada a la derecha, prostitutas bloqueando el camino o abriendo su gabardina para mostrar sus atributos al profesor mientras pasaba fumando su cigarrillo sin mostrar interés... ¿Qué es esto? ¡¿Sin City?!

—¿Debería usar mi magia para ver todo en blanco y negro? —¡el profesor también había relacionado el escenario! A veces me pregunto si lee mis pensamientos.

—Por favor no lo haga, esto ya da bastante miedo.

—Al menos déjame hacer que llueva.

—No.

—Bien, tú mandas, Pikachu.

No tardamos en salir del barrio, pero parecían haber pasado horas y ¿Dónde estaba Mavis?

—¿Entonces eso me hará sentirme bien? —buscándola, me topé con ella haciendo tratos con un vendedor de drogas local.

—Demonios, Mavis ¿por qué pareces atraer a los tipos malos? —preguntó Ángel antes de tomarla de la mano y traerla de vuelta al grupo.

—Pero dijo que esa cosa era fantástica.

—Si quieres drogas, te las daré luego, pero no hagas tratos con personas tan poco confiables.

—Bien —asintió regañada... Había por lo menos dos cosas mal en la escena que acababa de presenciar, pero ¿por qué molestarme en decir algo? Nada tiene sentido cuando se trata de brujas.

Son brujas y un brujo y todos son raros.

A veces era frustrante ser la única persona normal entre todos ellos.

De cualquier forma, por fin salimos del peligroso barrio de drogadictos y orina y terminamos en...

—Conozco esta ciudad —dije observando la gran alameda.

—¿Enserió?

—Esta es la ciudad donde vivo —aclaré algo emocionada; todo el viaje había valido la pena.