Infiltración Equivocada

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¡Malditas niñas!

Nunca mi orgullo había sido tan herido y pisoteado.

Meterse a mi guarida y robar a uno de mis hermanos... Padre estaría decepcionado.

Incluso me hicieron pelear con unos malditos árboles que me golpearon sin piedad ¿Qué tan loco suena eso?

Pero la pagarán.

Un basilisco nunca olvida ¡y ahora que curé mis heridas estoy lista para mi venganza!

Todo lo que tuve que hacer fue pedirle un favor al hado del lago.

—Entonces ¿con esto podré entrar a esa escuela?

—Así es —curiosamente, dijo que lo haría gratis; que el placer de verme sería suficiente... No entendí a que se refería.

Me bañó con agua blanca y espesa y sentí cómo mi cuerpo se reducía. Me crecieron extremidades y me volví irreconocible.

Frente a la cristalina agua del lago, ya no se reflejaba la apariencia de un basilisco de veinticinco años, si no la de una humana de cabello verdoso y algo más pequeña que las que me insultaron.

En realidad, era apenas más grande que una cría de humana.

Mientras probaba mis nuevos brazos y piernas y observaba mi cuerpo, un extraño grito me perturbó.

—¡Oh yeha! ¡Really good! —el hado del lago se abrazaba asi mismo y retorcía su cuerpo de forma asquerosa. Algo me decía que me alejara, pero mis piernas aún eran muy torpes y no podía caminar.

Tropecé y caí de lomo al suelo.

—Ohhh siii —su rostro se había puesto completamente rojo—. Sabía que serias una niña muy linda ¡Verte me llena de placer! Esas planicies y ese prado sin bosque ¡ofrecen una vista increíble!!! —su respiración era muy agitada mientras se acercaba y yo trataba de averiguar como mover mis jodidas piernas.

No sabía que quería, pero me daba miedo.

—Ven aquí, niña linda —mucho miedo.

—¡Magic Inteligencia Bureau! ¡Manos arriba! —y repentinamente, una horda de brujos y seres mágicos vestidos de negro llegó a rodear el lugar—. Hado del lago ¡Estás arrestado por corrupción mágica de menores!

—Oh, no, son los MIB ¡Nunca me atraparán, polisontes! —el hado se alejó volando hacia el cielo y los MIB detrás detrás de él.

—¡Quieto allí, maldito pedofilo!

Finalmente pude usar mis piernas y me alejé de allí. Este cuerpo humano estaba lleno de sensaciones que no entendía, pero si sabía que no quería experimentarlas con ese... ¿Cómo lo llamaron? Maldito pedofilo.

Sin embargo, en ese momento recordé algo. Sin él hado que me transformó... ¡¿Cómo volvería a mi forma original?!

Estaba perdida y todo era culpa de esas brujas; tenía que destruirlas aún si no podía volver a mi cuerpo original.

—Ohhh, pequeña niña —otra voz me puso en alerta.

—¿Quién eres?

Una ninfa salió de un árbol. Lucía como humana, pero su piel era verde y sus cabellos color café.

—No deberías ir por el bosque así; es peligroso.

—Pero no soy una niña.

—Escuché que un pedofilo vive aquí cerca y di el aviso a los MIB, pero aún así, deberías usar algo de ropa —me ignoró mientras creaba una especie de vestimenta humana con hojas que salían de su cuerpo.

Transferida a una escuela de brujasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora