°•KALVALAND•° (Karmaland)

III

He tenido que reescribir el capítulo entero y me quiero matar, por eso he tardado en publicar y es tan corto, ya que es un resumen de lo que escribí anteriormente, pero aquí está, uwu.

Rubius

Sigo preocupado a Auronplay hasta casa de Fargan, el médico de Karmaland, ya que gracias a sus conocimientos y a la sala equipada con aparatos médicos, ha creado su consulta, la cual es una tapadera para su sala de experimentos humanos, pero aún así es bueno en lo que hace.

Cuando entro a la sala veo a Mangel herido, tumbado inerte en una cama.
Me temo lo peor y corro hacia él.

-Tranquilo, solo está dormido necesita mucho descanso. Solo le dije a Auron que te informara, si quieres te aviso cuando despierte.

- Si, vale. Pero... ¿quién se lo ha hecho?

- Fue... Lolito.- contesta Auron con un titubeo.

-¿Co...cómo?- mi sorpresa y enfado son notorios en la pregunta. Nunca creí que le pudiera hacer eso a Mangel, a mi Mangel. Si bien siempre habíamos sido mejores amigos, yo lo veía como algo más, pero nunca fui correspondido. Actualmente mis sentimientos hacia el estaban disminuyendo, ya que empezaba a gustarle otra persona, pero aún así Miguel Ángel era una de las personas más queridas e importantes de mi vida. No entendía cómo había pasado esto, si que es verdad que la relación de estos dos era algo dependiente y hasta tóxica, pero nunca imaginé a que extremo.

- Teníamos una consulta, Mangel quería un tiempo y le daba miedo decírselo, por tanto yo hice de mediador, ya que puedo controlar a Lolito.- explica Auron.

- Si, ya veo.- le espeto con rabia, interrumpiendolo. Quizá no debería pagar las cosas con él, pero la furia me ciega.

- Bueno, hasta el momento yo creí que si... lo siento mucho, de verdad, Mangel también es mi amigo y me importa.- Auron me da una mirada sincera y apenada.- pero algo cambió en Lolito cuando Mangel le explicó que quería un tiempo, los ojos se le pusieron rojos y sacó una mina, haciendo que toda la consulta explotara. Lamentablemente Mangel se llevó la peor parte.- le creo, al ver que él también está algo magullado.

- Ha sido una suerte que lo trajeras tan rápido.- señala Fargan.- así se pondrá bien, por que si no...

La ira hierve en mis venas y sin pensar salgo de la consulta, con un único propósito y destino.

Por fin lo veo, esta agachado en su jardín, parece llorar, pero no siento lástima por sus lágrimas ni por sus heridas, y me lanzo a golpearle, noto como empieza a sangrar y no me detengo, pronto deja de poner resistencia y yo apenas soy consciente de mis actos, pues continuó golpeando.

-¡Rubius detente!

Alguien me agarra separándome de Lolito, intento soltarme pero es demasiado fuerte y musculoso, mucho más que yo.

- ¡En que estas pensando!

Su voz me hace volver a la realidad y al ver lo que he hecho, horrorizado, siento como me caigo a pedazos.