VII p.2

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Hace muchos años,
en el primitivo pueblo de Karmaland, hubo un ataque de lobos. Mi familia acababa de instalarse, venía de Fracia, el ataque les pilló de improviso.

Uno de los lobos mordió a mi abuelo, cargando a mi familia de una terrible maldición, un espíritu que su fundió en nosotros, era parte nuestra, pero al mismo tiempo no.

Un don, parecía en un inicio.
Pero conforme el tiempo pasó, los miembros de mi familia con esta capacidad se corrompieron.

Nuestros sentidos se agudizaron, eramos más fuertes, veloces y ágiles.
Podíamos comunicarnos con los lobos, y controlarlos.

En resumen, éramos poderosos.
Pero esto tenía un precio, la oscuridad y codicia corrompió a mi familia.

Era un veneno a erradicar, y por ello decidí pararlo. No tuve descendencia a quien transmitir este "poder", y antes de mi mi muerte, los poderes fueron devueltos al Lobo, un ser inmortal dispuesto a servir a aquellos que posean el don, a pasarlo de unos a otros.

Por eso lego mis pertenencias y mis conocimientos a quien mi fiel compañero elija, será alguien puro cuya alma no quedará corrompida.

Haz buen uso de ello,

Firmado:

Lobo Nocturno.

Doblo el pergamino y lo guardo en mi bolsillo. Ahora lo entiendo. Esto de lo que habla el tal lobo nocturno me ha sido transferido por la mordida de Lobo Plateado.

Me pongo el traje del soporte, me queda sorprendentemente bien, señorial, y oculta mi identidad, mostrando solo mis ojos.

También había un libro, en el que explicaba mis poderes y la historia de la familia, y algunas características, como que solo se manifestarian de noche, o cuando los necesitara de manera urgente.

Decidí guardar las cosas en mi mochila y dejar lo demás. Observé el cuadro por última vez y sellé la entrada a la cueva.

Era poderoso, lo sentía, pero también notaba una oscura fuerza en mí. Sin apenas pensarlo me dirigí al pueblo, sorteando fácilmente a guardias y enemigos, con la capa ondeando silenciosamente tras de mí en la noche.

Entré a una casa, vacía. Allí encontré un cofre y por curiosidad lo abrí.

Contenía una llave, oro, un diamante y algo de comida. Sabía que pertenecía a alguien del pueblo.

- Que megda, estos aldeanos no son impogtantes, megezco estás gi-giquezas.- dije, pero ésta voz y este acento no eran míos.

Sentí mi conciencia adormecida, como si otro ocupará su lugar.

Agarré el contenido del cofre y unos trajes de una tienda cercana, y salí corriendo hacia mi fortaleza, pronto saldría el sol.

Bajé a una pequeña sala inocupada y oculta de mi casa. Allí coloqué unos cofres y soportes de armadura para dejar el botín y mi traje. También dejé allí al lobo, y bajé al resto de mis lobos.

Sonreí, llamaba una nueva era al pueblo, la de Lobo Nocturno.
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1k de leídas!! Muchas gracias 🖤.

Es corto, pero espero poder publicar uno muy pronto.

Que os parece la situación de Karmaland ahora mismo? Siento que hay gente muy tóxica y que puede arruinar el rol, como lo que ha pasado con Mangel.

Espero que esta gente entienda que es por diversión y que no es real.

También quiero decir que #estenoesmialcalde. Luzu lo merecía más, pero bueno, vamos a ver Karmaland arder xd.

Votad y comentad, gracias por leer :)

°•KALVALAND•° (Karmaland)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora