°•KALVALAND•° (Karmaland)

X (2° Parte)

Holiwi, hoy vengo cargada de homosexualidad para todis así que disfrutad jeje.

Rubius

Me despierto y noto una cálida presencia a mi lado que me abraza fuertemente contra su pecho.

Los recuerdos de anoche invaden mi mente y no puedo evitar una sonrisa tonta. Por fin había conseguido lo que llevaba tanto tiempo anhelando.

Trato de soltarme pero me tiene atrapado. Bueno, se esta demasiado agusto aquí por lo que no me importa quedarme más tiempo.

- Buenos días.- dice Vegetta dándome una sonrisa y con la voz algo ronca de haberse levantado.- ¿Que hora es?

Miro mi reloj.

- Las 11 de la mañana.

- Madre mía, ¡que tarde es!- exclama preocupado.

De repente recuerdo algo.

- ¿ Sabes qué día es hoy?-pregunto sonriente.

- 12 de Abril ¿no?

- Exacto, tu cumpleaños boomer, Felicidades.

Y sin contenerme me lanzo a por sus labios.

Permanecemos un rato entre besos y caricias hasta que un mensaje en mi móvil hace que nos separemos.

Es Luzu, diciéndome que entretenga a Vegetta el resto del día y que a las 8 lo lleve a la Taberna Oscura.

Le respondo un "Ok", para luego darme cuenta de un detalle. ¿Cómo sabía que estábamos juntos? ¿ Nos habrá visto?

Bueno, si de alguien he de fiarme para que guarde un secreto es Luzu, igualmente a mi no me importaría que todos supieran lo mío con Samuel, en especial Willy y Mangel, peor él es más reservado.

Aunque, pensándolo bien, no hay nada, solo unos besos, quizás para el solo haya sido un mero entretenimiento. Eso me desanima.

- ¿ Te pasa algo? -pregunta preocupado.- Éstas muy pensativo.

- ¿Yo? Ehhh no, nada.

- Bueno, haré el desayuno y luego me pondré con mis tareas.

- Si quieres puedo ayudarte, ¿qué hay que hacer?

Pase una mañana divertida a su lado, charlamos mucho y le ayudé en sus cosas, de vez en cuando nos dábamos algún que otro beso, pero nada más.

A lo largo del día pasaron algunos habitantes de Karmaland a felicitar a Vegetta pero no sospechó nada de la fiesta.

A eso de las 7 le propuse ir a tomar algo a la Taberna Oscura para celebrar su cumpleaños.

- Bueno, una vez al año no hace daño, si quieres ve a tu casa a prepararte, estás cubierto de tierra, y yo también, nos vemos sobre las 8 en el ayuntamiento.

- Perfecto, nos vemos.

Antes de irme no pude evitar darle un pico de despedida.