Primer Encuentro.

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Auron termino de escalar la colina y finalmente el pueblo de Karmaland estuvo en su campo de visión. Sonrió contemplando su nuevo hogar.

Hace un par de días su anterior casa había sufrido un accidente debido a los mobs de la zona, perdió todo lo que tenía, por lo que tuvo que acudir a uno de sus amigos para que le diera asilo un par de días en lo que reconstruía su casa.

Para su suerte Rubius le comento que se había mudado a un pueblo algo lejano con unos amigos que él aun no conocía. Solo sabía de Vegetta, Willy y Mangel, al resto no los había conocido en persona antes, pero su amigo castaño siempre hablaba de ellos. Habló con Vegetta, quien prácticamente era el líder de aquellas tierras, y le dijo que podría vivir allí permanentemente si quería, pero que se lo pensara bien ya que las noches eran muy peligrosas.

—Pues ya casi anochece y no se ve tan espantoso— comento mientras bajaba por la colina en dirección al pueblo, no estaba muy lejos asi que no tardaría mucho en llegar.

Camino en la misma dirección un par de minutos y cuando el sol se oculto por completo logro entender de lo que hablaba Vegetta. Había zombies, esqueletos y arañas, no importa donde mirara, a su alrededor estaba repleto de mobs.

Corrió lo más rapido que pudo hasta el pueblo, pero lo único que consiguió fue hacer explotar un creeper y que este lo lanzara contra un zombie, que no tardo en morder su brazo. Lo pateo y siguió corriendo en dirección al pueblo.

—Vaya bienvenida— dijo sin dejar de correr, de pronto sintió un flechazo que lo tiró al suelo y después todo se volvió oscuro.

Despertó dando una gran bocanada de aire, se sentó y noto que estaba en una cama, en una casa que no conocía.

—¿Qué cojones?— miro para todos lados intentando encontrar algo que le indicara qué había pasado, si hace un momento estaba afuera siendo lastimado por mobs, ¿cómo había terminado en esa casa?

De pronto noto algo en su mano y encontró una llave que desprendía una pequeña luz morada, no sabía para qué servía pero la guardo en su bolsillo por si acaso. Se levantó de la cama y abrio uno de los cofres junto a esta, encontrandose una bolsa de pan, sabía que dentro de poco tendría hambre y con lo acababa de pasar estaba demasiado desorientado, por lo que decidió tomar uno de los panes y salir de la casa rapidamente.

Grande fue su sorpresa al notar que estaba en una casa que residía en el pueblo de Karmaland, comenzó a mirar a su alrededor, estaba cada vez más confundido.

Luzu caminaba por el pueblo buscando al nuevo residente, sus amigos estaban ocupados haciendo sus quehaceres asi Rubius le pidió que le diera la bienvenida a Auron, ya que sabía que con tan solo adentrarse al pueblo se encontraría desconcertado.

Avanzó por el ayuntamiento y se encontró al chico saliendo de la casa del alcalde con un pan en la mano. Soltó una risa al verlo.

—Vaya que parece que nadie le ha advertido— dijo para si mismo antes de acercarsele por detrás, procuró no hacer mucho ruido y cuando estuvo lo suficientemente cerca se acercó a su oído y habló— Deja esos panes que Chema el panadero te va a reventar— se alejó ni bien el pelinegro se volteó a verlo

Al instante Luzu sintió su corazón acelerarse, Rubius jamás dijo que su amigo era tan guapo.

—Eh, lo siento, es que no tenía nada para comer y— se encogió de hombros sintiendose nervioso— Había muchos más en el cofre.

—Está bien, tranquilo, nadie se enfadará si lo devuelves— el mayor le sonrió— Soy Luzu, no sé si Rubius te ha hablado de mi.

—Auron, y claro que si, él me habló de todos ustedes, lo único que no menciono el hijo de puta es que aqui suceden cosas paranormales.

Luzuplay Week - Karmaland 4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora