ⴹᒥⴹⵢ Ꮇ𐌠 Ꮇ𐌠ⵢ𐌠⎕Π (Zuko y tú)

cap 36: Fuego azul

Narra __________:

El camino de vuelta al castillo fue silencioso, y no porque no queríamos que no nos descubran.

Podía notar lo tenso que estaba mi acompañante, su ceño estaba fruncido debido a la confusión que tenía por las palabras del anciano.

¿Yo? Estaba sorprendida, y tenía un poco de esperanza, ya que, si hay una lucha entre el bien y el mal dentro de Zuko, quizás escoja el lado correcto y vuelva a ser el chico sonriente y alegre de Ba Sing Se... O no. Pero, podría abrirle los ojos.

Estaba tan sumida en mis pensamientos que no noté cuando llegamos al palacio del señor del fuego. El sentir que alguien me colocaba la capucha me sacó de mi trance y me hizo mirar a un lado. Mi protegido tenía la mirada ensombrecida y no lograba decifrar qué sentía, no llegaba a ver su rostro.

Con sigilo y atención nos adentramos al lugar y caminamos hasta nuestras habitaciones. Cuando estábamos llegando a las puertas de las mismas me decidí por hablar.

__________- ¿Cómo te sientes? -dije en un susurro al momento en que estuvimos frente a su puerta, deteniendo lo con mis palabras.

Zuko-no lo sé...-respondió cabizbajo- estoy confundido, ya...no sé qué hacer-noté cómo sus puños se cerraron fuertemente a cada lado de su cuerpo.

___________- mmm...-bajé la vista y posé mi mano en su hombro- sabes que puedes contar conmigo para lo que sea, te apoyaré en lo que sea que elijas -le dediqué mi mejor sonrisa cuando capté su atención, intentando tranquilizarlo.

Zuko- gracias -murmuró y dejó ver una leve sonrisa. Entonces, como en varias ocasiones, nos quedamos hipnotizados mirando fijamente a los ojos del otro.

___________- bueno, que descanses príncipe Zuko-le dije para luego separarme de él y dirigirme a mis aposentos.

Zuko-buenas noches -lo oí decir a mis espaldas, palabras que me sacaron una sonrisa.

Llegué a mi puerta y tomé la perilla, pero, me sentía rara. Sentí como si alguien me estuviese observando.

Ante tal sentimientos comencé a caminar por el pasillo buscando algún indicio de que me espiaban, pero no encontré nada.

Regresé a donde estaba pero unos pasos me hicieron girar la cabeza y descubrí a la novia de mi protegido, observándome, con su semblante serio y podía percivir un poco de... ¿sospecha?

Cruzamos miradas por efímeros momentos, hasta que la contraria dió media vuelta y se fue.

Suspiré, mi relación con Mai no era tan buena últimamente, además de que ella le es fiel a su nación por lo que si me descubre merodeando en los pasillos a altas horas de la noche creo que no dudaría en acusarme con el rey.

Traté de restarle importancia y me concentré en volver a mi habitación. Llegué al lugar y en silencio entré en él.

Dí unos pasos dentro y me detuve para suspirar, seguidamente, apoyé mi espalda en la pared y miré al techo pensativa.