cap 38: El templo aire del Oeste

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Narra _________:

Tenía mis codos apoyados en el borde del dirigible mientras miraba el paisaje.

Habíamos estado volando hace rato y por lo que me dijo mi compañero ya faltaba poco para llegar, él había venido antes al templo del aire del oeste.

Salí de mis pensamientos y me fijé en que habían unas extrañas construcciones de cabeza en un risco, las miré mejor, parecían ser de maestros aire.

Me emocioné y me dí la vuelta rápidamente para dirigirme a Zuko que estaba del otro lado y decirle.

___________- Zuko ya llega- wooohh-cuando quise acercarme a él la cola de mi mascota chocó con mi pie haciéndome perder el equilibrio.

El príncipe se dió vuelta apenas comencé a hablarle y para cuando me miró había caído chocando mi cara con su abdomen y mis manos extendidas a cada lado de su cuerpo, y él, tomando ambas extremidades por reflejo.

Miré hacia arriba y me encontré con su cara seria, quizás ocultando otra emoción. ¿Yo? Sentí mis mejillas calentarse y al instante me separé de él, haciendo que a los segundos de que me enderecé suelte su agarre.

___________- am... Lo siento -le sonreí nerviosa.

Zuko-no importa -respondió y luego caminó pasando a mi lado mirando más allá de mí.

Volteé y noté que vió que estábamos llegando al dichoso templo.

Zuko- deberíamos bajar... Aquí-dijo.

Asentí con un "mhm" y con mi fuego control me encargué de que bajemos la altura hasta llegar a tierra. Más bien, a un bosque que estaba cerca del templo.

Salté cuando estuvimos cerca del suelo y até una soga al globo para que no se vaya volando hasta que se desinfle.

El príncipe bajó luego con una soga y comenzó a caminar en dirección a las edificaciones.

____________- quédate aquí pequeña-le ordené a Shuri y luego apresuré el paso hasta llegar a Zuko.

Caminamos unos cuantos pasos en silencio hasta que noté su mirada en mí.

Zuko- ¿Qué le pasó a tu ropa? -me tensé un poco, me había olvidado que no me cambié desde que salí de la cárcel y me había quedado con ese atuendo que mostraba bastante en la parte superior.

___________- bueno, digamos que estar en esa cárcel... Rompe, la ropa-expliqué tratando de ocultar mis nervios con una pequeña sonrisa al finalizar.

Zuko- mmm... -noté que bajó su vista ¿Qué estaba mirando tanto?

De pronto detuvo de andar y se colocó repentinamente frente a mí. Acercó su mano a una de las mías y la tomó rápidamente, haciendo que me queje un poco, y la levantó para poder admirarla mejor.

Zuko- ¿Qué sucedió con tu muñeca?-preguntó entre sorprendido y preocupado sin dejar de mirarla.

___________- oh, es que... Cuando quise escapar tuve que quemar las esposas así que, bueno, me quemé-le respondí.

Él comenzó a hacer lentos movimientos, girando mi mano y observando mejor la quemadura. Aproximó su otra mano y con ella tocó suavemente la lastimadura, haciendo que me emita un "fffssssss" como queja y haciendo que aleje su extremidad por miedo a hacerme doler. Me miró un segundo, como si preguntara si podía continuar, y luego volvió a arrimar hacia mi muñeca, con más lentitud y delicadeza, hasta que pudo dejar por completo su mano sobre la herida.

Cerré mis ojos con fuerza por un momento, era algo superficial, así que no dolía cuando movía mi mano, pero cuando algo rosaba o tocara allí me provocaba ardor. Poco a poco fui relajando mi expresión y acostumbrándome al tacto del príncipe, ya sin sentir dolor.

ⴹᒥⴹⵢ Ꮇ𐌠 Ꮇ𐌠ⵢ𐌠⎕Π (Zuko y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora