Sentir que nunca le he temido a nada,
Vivir sin ser yo la culpable,
Saber que ya nada es como antes,
Y que tu ausencia me ha dejado sin nada a lo que aferrarme.

Llamadas perdidas, mensajes vacíos, manos inquietas y boca que ansiaba el vicio.
Tu sonrisa en mi mente, tu partida inminente,
Me convirtieron a mí en esa chica que le teme a la muerte, que le teme a la soledad, a la hipocresía y a la maldad...

INEFABLEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora