DESCONOCIDO
NO LE TEMO A NADA,
A PENAS AL AMOR TÓXICO QUE SENTIMOS TU Y YO,
AL AMOR QUE LLAMÁBAMOS POR EXÓTICO,
A LA NECEDAD Y AL CADUCADO POLVO DE HADA QUE NOS ENVOLVIÓ.
NO LE TEMO A NADA,
A EXCEPCIÓN DE TUS CARICIAS QUE ACABARON EN PALIZAS,
A EXCEPCIÓN DE TUS CUMPLIDOS QUE ACABARON EN GRUÑIDOS,
A EXCEPCIÓN DE TUS CADENAS QUE HACÍAS LLAMAR TUS GARDENIAS.
GRILLETES ME ATARON A TI,
A UN DOLOR ABRASADOR,
A UN MIEDO TENAZ,
A UNA TREGUA EFÍMERA
Y A UN LLANTO MORDAZ.
MALDITA SONRISA LA TUYA QUE AMABA MI DESALIENTO,
MI FLAQUEZA Y MI PESAR.
MALDITAS TODAS AQUELLAS VECES QUE ROZASTE MI PIEL,
QUE ME BESASTE CON AGUJAS EN LOS LABIOS QUE ENCUBRÍAS CON EL DULCE DE LA MIEL.
MALDITOS TODOS AQUELLOS MOMENTOS QUE POR COMPLACERTE,
TUVE QUE SOMETERME, HUMILLARME Y CATAR EL ÁCIDO SABOR DE MI PROPIA SANGRE.
ESCRIBÍ ESTOS VERSOS CON LAS MANOS TEMBLANDO,
NO ES QUE SIENTIERA MIEDO,
ES QUE TE ESTOABA ODIANDO.
LOS ESCRIBÍ CON EL PULSO ACELERADO,
PRONTO ENTRARÍAS POR LA MISMA PUERTA DE SIEMPRE,
NO ME HARÍA FALTA COMPROBAR TU ESTADO DE EBRIEDAD,
EMPEZARÍAN LOS INSULTOS, LOS GRITOS, LOS GOLPES Y EL SEXO SIN SENTIDOS,
PERO NO ME ENCONTRASTE.
NO ME VOLVERÁS A VER, NI A TOCAR, NO TONARÁS A OÍR MI VOZ, NI MIS LLANTOS NI MI TOS.
