Lannister || Juego de Tronos

VI - Desembarco del Rey

Pasaron los días y por fin alcanzaron a ver los altos muros que rodeaban Desembarco del Rey. Primero el Aguasnegras y más a lo lejos las altas torres de la Fortaleza Roja. Aquel lugar donde el Rey y Reina vivían.
Las puertas de la ciudad se abrían y un enorme número de ciudadanos curiosos se acercaron a ver a los norteños extranjeros que venían. Mayleen se las apañaba bastante bien con Chase para abrirse paso y pronto llegó a su hogar. Descabalgó y el primero en recibirla fue el Ministro de la Moneda. Petyr Baelish, alias 'Meñique'.

—Buenos días, princesa. Espero que haya sido un agradable y una visita cálida. El frío os sienta de maravilla. Diría que estáis más hermosa ahora—. Petyr la agarró de las manos y las besó. Mayleen sonrió ligeramente y alzó la cabeza. Un simple gracias salió de su boca.

La mañana pasaba de forma rápida cuando el Consejo Privado se reunió. Este estaba formado por el propio Robert, su mano, Ned, el gran maestre Pycelle, Renly y Stannis Baratheon, hermanos del Rey, de los cuales el segundo no se encontraba presente. Meñique, Varys y algún otro consejero. Debatían sobre los enormes gastos que acarrearía la festividad en honor a Ned.

—¿¡Una deuda de 6 millones de dragones!? ¡Robert, no podéis continuar gastando el dinero de esta forma!

—De esa cantidad, la mitad pertenece a Tywin Lannister—. Recalcó el maestre Pycelle. Mayleen estaba sentada en uno de los escalones. Callada y escuchando.

—¿Qué ha sido del oro de Aerys? Dejó las arcas llenas. —la voz de la niña les hizo girar— Se habla del Rey Loco y tal, pero… al menos dejó dinero, acaso ¿se ha volatilizado?

—¡Sal de aquí!—. Uno de los guardias se la llevó al otro lado de la puerta y lo último que oyó fue la voz de Varys:

—Tenemos un informador al otro lado del mar Angosto…

No le permitieron escuchar nada más. Mientras tanto en Invernalia habían intentado asesinar a Bran mientras permanecía en cama. Catelyn lo intentó impedir, pero fue finalmente su lobo, Verano, quien destrozó la garganta del atacante. Desde ese momento, Robb Stark se convirtió en señor de Invernalia en ausencia de su padre y Catelyn viajó al sur junto a ser Rodrik Cassel para avisar a Ned. El encuentro de un pelo largo rubio en lo alto de la torre de la que Brandon cayó le daba toda la seguridad que necesitaba de que los Lannister estaban tras todo aquello.

—¡Este lugar es maravilloso! No entiendo cómo puede desagradaros vivir aquí.

—Puede que quince años en la Corte hagan que la magia se olvide... y si esto os parece increíble esperad unos días. Mi padre planea celebrar tres días de festividades con justas, luchas cuerpo a cuerpo y más en honor a la nueva Mano. Vuestro padre—. Los ojos de Sansa brillaban con cada palabra que salía de la boca de Mayleen. No había estado más feliz que en aquel momento.

—¡Qué emoción! Oye ¿quién es aquel hombrecillo?—. Mayleen se dio la vuelta sin ninguna prisa y le vio.

—Petyr Baelish, consejero de la Moneda. Hace oro de donde no lo hay. Sus dones son el dinero y la palabrería. ¿Qué queréis?—. Preguntó a Baelish una vez se reunió con ellas.