Recuerda.➷◍Taekook [Omegaverse]◌➹

༶•┈Tres┈

𓃹ʝυηgкσσк:

¿Qué hacer cuándo hay un acosador al frente de tu casa?

Claro, juntar toda tu inteligencia y neuronas funcionando para salir y enfrentarlo. Increíble, ¿no? Así que allí me encontraba; bajando hacia la parte de aquel jardín con mi ceño fruncido y mi humor no tan bueno para encontrarme en frente de él. Cruzado de brazos inflé mis mejillas y miré fijamente a sus ojos castaños.

- Vaya. Primero te encuentro mirándome a través de la ventana, y luego me diriges una mirada sorprendida, ¿que acaso a primera vista me estás diciendo horrible? - le dije algo irónico, mientras mantenía mi expresión seria para seguir hablando. - A parte de eso te encuentro en medio de los pasillos de la secundaria, a horas algo muy tardes ¿sabes? Y justamente mirabas hacia donde me ubicaba yo, ¿no es así?

Un silencio sepulcral se hizo presente, sacándome los pelos de punta. Su expresión se quedó nuevamente en mí logrando soltar un bufido. Chasqueé unos segundos mis dedos al frente de su cara para despertarlo de su trance. Al parecer lo había logrado, ya que parpadeó variadas veces y volvió al planeta Tierra.

Estamos perdiendo tiempo con este idiota, ¿que logras hacer?

¿Qué hago? Pues buscando la razón de porque éste tipo actúa tan raro, ¿acaso no se nota?

Vaya, Jungkook, primer día en esta secundaria y ya tienes un pretendiente. Increíble.

¿A eso le llamas pretendiente?

- Bien. ¿Qué haces aquí?

Él pareció pensar algo durante varios segundos, para después abrir su boca.

- Sólo... Vine a devolverte algo que te pertenece. - su mano empezó a buscar algo en el bolsillo de su chaqueta, dejando a la vista un borrador en forma de cereza, junto a un lápiz negro que en un instante reconocí, poniéndome un poco pálido. - Lo recogí del jardín de la secundaria. Quise entregártelo durante todo el día, pero no sabía que pasó de tí después del receso. A la salida siempre salgo algo tarde ya que reviso algunas cosas en mi casillero y espero a que todos desocupen aquel lugar. Así que cuando te ví ahí, me sorprendí un poco al ver que todavía estabas. Luego aproveché y te seguí hasta aquí para devolvértelo.

Él extendió su mano ofreciéndome aquellas cosas, a lo cual un potente sonrojo apareció en mí. Cogí las pertenencias y desvíe mi mirada hacia otro lado guardando mis manos en los bolsillos de mi buso, para segundos después escuchar una pequeña risa por parte de él.

Bien Jungkook, ahora estás haciendo el ridículo. Oficialmente hoy es tu peor día.

Y el mejor será cuándo pueda matarte, estúpido lobo.

Soy parte de tí, así que será tu sueño frustrado, cariño.

- ¡Jungkook! ¿te encuentras por aquí? - Se escuchó a Han, una empleada del castillo, llamándome; a lo cuál nuestra atención se centró en la voz que era un poco audible desde dónde estábamos. Suspiré cansado y voltee a ver hacia aquel chico resignado.

- Uhm, Lo siento... Supongo que ya me tengo que ir. Y... Gracias. - dije en un tono suave mientras hacia una reverencia hacia él.

Pronto se había escuchado una risa por parte de aquel chico, así que subí mi mirada hacia su rostro y sentí como su mano acariciaba mi pelo, haciendo que tuviera un leve sonrojo. Ahí pude notar algunos detalles. Era un alfa; y su olor era café y canela. Aquella extraña combinación era algo rara para mí, porque nunca me había gustado el olor del café ni su sabor; pero la canela siempre fue y es mi olor favorito.