·°·Your SuperHero·°· [Canadá]

_+3_

Mi vida se destruyó.
.·*.[°[·]°].*·.

...Canada...
¿Are you okay?

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Despertó el canadiense..

La parte superior de su cuerpo se levanto rápidamente, pequeñas y pocas gotas de sudor aparecían en su rostro y su respiración era agitada. Es como si hubiera tenido una pesadilla..

_Al fin despiertas.._

Se escuchó a su lado, rápidamente volteó en dirección de la voz, la reconocía... Era la misma que lo había llamado anoche.
Un momento.... Anoche, DIOS, ahora todos los recuerdos pasaron por su cabeza, su padre, su auto, la fiesta y...lo de Ucrania también....
De repente sintió su respiración algo tapada y una irritación en su garganta.

_En mi cama no, a tu lado hay una cubeta que puse para tí_

Habló al ver como se tapaba la boca el canadiense obviamente aguantándose las ganas de vomitar, que pronto lo descargó todo en el recipiente de a lado.
Aquel país que lo había ayudado se levantó de su silla y salió de la habitación dejando al chico maple solo con su problema estomacal.

Al terminar de vomitar se sentó lentamente en la cama aún con la cubeta en mano, todo el esfuerzo lo dejó muy débil, púso el cubo en el suelo aún lado de la cama y limpio el rastro de vomito-saliva de su boca con una manga de su camisa, apoyo los codos contra sus rodillas y procedió a meditar un poco, tratando de pensar en como decirle a su padre lo de la fiesta...

_Si te preocupas por lo de tu padre entonces ya no lo hagas más._

Canadá volteó de nuevo, esta vez hacia la puerta, encontrándose con el país tricolor que en mano llevaba un plato grande de color blanco, esta tenía a dentro; un vaso con agua, una manzana verde y mentitas.

_¿Qué le dijiste a mi padre México?_ preguntó el norteamericano bicolor, el nombrado puso su plato en la mesa de noche y le ofreció al canadiense el vaso con agua que lo aceptó con gusto.

_No mucho canela leñadora, en cuanto amaneció le llamé a tu apá y le dije que estaba remodelando un poco mi casa; que pedí tu ayuda con esto pero se me había olvidado de la diferencia horaria y como tú no querías ser descortéz; accediste a venir y acabaste durmiendo "accidentalmente" en mi casa_ explicó el mexicano con tranquilidad haciendo comillas con los dedos en la palabra que resaltó hacia su vecino-amigo, mientras tanto se sentó en la cama a lado suyo.

_Oh, gracias es una perfecta excusa_ decía mientras dejaba el vaso ya vacío de vuelta en el plato, se levantó y tomó una mentita, al parecer pretendía irse ya a casa.

_Que hay de la manzana?_ preguntó el mexicano con seriedad, Canadá acababa de vomitar y el hecho de que no coma aunque sea un mordizco no es para nada seguro.

_Emm, no gracias. La déjo pasar_ respondió rápidamente por los nervios, tomando otra mentita de paso.

_¿Qué?! ¡No! Acabas de vomitar¡ Dale aunque sea un mordizco, no podrás conducir estando débil!_ reaccionó casi a grito el mexicano, igualmente parándose, sólo que por impulso..