Estaba sintiendo un raro hormigueo en su estómago. ¿Estaba embarazo?...¡ugh no seas idiota Hinata! Eres hombre y obviamente nadie te ha profanado como para que tuvieras dolores de estómago. Pero no eran dolores molestosos donde quería vomitar, nada de eso...si no como...mariposas en su estómago, si eso era. Mariposas revoloteando en su interior cuando vio esa linda sonrisa en esa macabra cara del mesero Kageyama.
¿El chico sentiría lo mismo ahora?
¿Sentiría asco?
¿Raro?
Realmente no lo sabía, pero esa sonrisa había sido sincera, como si todo lo malo que pensaba Kageyama de él se hubiera esfumado. Su corazón con solo pensarlo comenzó a palpitar fuertemente y no pudo evitar morderse su labio inferior para no poder gritar en la cafetería por la tanta felicidad del momento.
- tranquilo Hinata, solo se dedicaron sonrisas...- mencionó el teñido, siendo este abrazado por los hombros por su pareja -
- pero así se comienza, Hinata
- ¿de verdad, Kuuro? - sus ojos estaban brillando más que las estrellas o eso sentía, pero cuando el pelinegro asintió muy seguro de su mismo, rió nervioso, volviendo su mirada atrás - ¿ahora si que le di una buena impresión?
Ambos chicos asintieron y le sonrieron amablemente a pesar de que este no los estaba mirando. El amor estaba en el aire, una nueva historia de amor se estaba abriendo paso para el pelirrojo y ese mesero.
~~
Al parecer se habían flechado en silencio y ni siquiera lo sabían. Porque al parecer eran dos par de idiotas con dolores de estómago y sólo eran cositas raras llamadas mariposas. Y no se podían separar sus miradas, aunque Kageyama se había ido después de haber entregado sua pedidos, se mantenía cerca, que ponía de nervios al pelirrojo, nervios en buen sentido, claro.
- a-ahm...gracias por el pie de limón, ¿Kageyama? - dijo dudoso otra vez al tener cerca al de ojos azules -
-"Oh, que bien sonaba su nombre en esos labios temerosos" pensó el pelinegro pero no lo iba admitir, jamás. ¿Como había llegado tan rápido a sentir "eso" por el idiota ese? ¡sólo había sido una sonrisa! ¡solo una! ...pero la más bonita que había visto, más que el de las chicas. Y una idea se le había cruzado por la mente, algo rápida y rara, pero quizás valía la pena y debía decir que sus compañeros tenían razón en algunas cosas - de nada...yo, debo irme a atender a más gente, permiso.
Y con eso nuevamente se alejó de la mesa y el pelirrojo se estaba muriendo por dentro porque esta vez el chico lo había tratado bien. Sin embargo el rey de roma había vuelto, cosa que le impresionó un poco al pelirrojo y a sus acompañantes. Este, nervioso, le pasó un papel al pelinaranja y volvió a irse lo más rápido posible que ni pudo preguntarle que era.
¿Pero qué?...
-...me dejó su número...tengo su número - veía una y mil veces el papel algo arrugado y con polvo de hornear con aquel número escrito. Su sonrojo viajó de sus mejillas hasta las orejas y la pareja se miraban entre si -
- ¿de verdad? -habló el teñido-
- ¿seguro? No puedo creerlo -habló a los segundos después el pelinegro -
- si...creo que así se empieza, Kuuro. - sonrió leve por ver el nombre del mesero y su número escrito, pero finalmente, guardando el papel en el bolsillo de su chamarra, comenzó a comer el pie de limón, ahora más dulce y no había que decir el por qué.
♡
La idea de Kageyama era entregarle su número. "¿por qué no"? Se dijo, al fin y al cabo, el pelirrojo lo había atraído por su sonrisa y quería verlo aún más, escucharlo hablar y por sobre todo conocerlo. Pero como sus compañeros eran unos metiches, era mejor por mensajes ¿no?.
Todo por ese click que sintió con solo verlo. Y su corazón no le mentía.
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Dulce De Limón
Short Story𝐿𝑜 𝑢́𝑛𝑖𝑐𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑙𝑒 𝑙𝑙𝑎𝑚𝑎𝑏𝑎 𝑙𝑎 𝑎𝑡𝑒𝑛𝑐𝑖𝑜́𝑛 𝑑𝑒 𝑒𝑠𝑎 𝑐𝑎𝑓𝑒𝑡𝑒𝑟𝑖́𝑎 𝑎 𝐻𝑖𝑛𝑎𝑡𝑎 𝑒𝑟𝑎 𝑒𝑙 𝑚𝑒𝑠𝑒𝑟𝑜 𝑑𝑒 𝑙𝑖𝑛𝑑𝑜𝑠 𝑜𝑗𝑜𝑠 𝑎𝑧𝑢𝑙𝑒𝑠. 《𝐾𝑎𝑔𝑒𝒉𝑖𝑛𝑎》