59 (Final)

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Veinticuatro de diciembre y a sus padres se les ocurrió celebrar con los amigos

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Veinticuatro de diciembre y a sus padres se les ocurrió celebrar con los amigos. Cuando salieron de casa pensó que se dirigían a una fiesta familiar, así que le pareció extraño que sus padres le obligasen a cambiarse por un traje, sin embargo, cuando no giraron para ir a casa de sus abuelos, se preocupó.

—Cálmate Archie, solo son las navidades, sabes que a tu abuela lo que en verdad le importa es el año nuevo —comentó, con una sonrisa divertida. Ibrahim Noble había ganado tres años seguidos el título de "Sonrisa matadora" de las revistas de chismes del lugar. A él no le dio buena espina, su papá era un ejecutivo exitoso y siempre tenía algo entre manos.

—Aunque sea la fiesta grande, el abuelo quería que fuéramos —dijo, frunciendo el ceño. A esas alturas del año todavía estaba castigado, así que tenía que ir con ellos a todos lados. Si hubiera podido, se habría marchando sólo a ir a ver a sus abuelos.

—Ellos tiene visita hoy, van a ir los de la iglesia y los de la comunidad latina a la casa, que según van a velar un cuadro y no sé qué. Tampoco te pierdes de mucho —Le aseguró el hombre, quitándole importancia al asunto.

Ibrahim Noble era lo que la sociedad denominaba como un "hombre alfa". Masculino, atractivo, carismático, con buena posición económica y no se parecía en nada a Archibald.

—De todas formas, ya sabes que no puedes quedarte solo, pero al menos aquí vas a poder ver a algunos de tus amiguitos —dijo su madre. Aunque ella tampoco parecía muy emocionada porque eso quería decir que tendría que encontrarse con sus amigas y eso le producía mucho estrés. Esto era obvio si se fijaba en como se había arreglado esa noche, ella era guapa, pero después de volver de casa de su estilista estaba deslumbrante, tenía una belleza de hada y su piel resplandecía de color dorado. Cuando volteó a verlo, se preguntó si era cierto lo que decían de que se parecía a ella.

Esperaba que no.

—No tengo amigos en esas fiestas —aclaró, encogiéndose de hombros—. A menos que la familia de Irene vaya a ir —él sabía que ni en broma podría encontrarse a Peter en esa clase de eventos y era algo que lo mortificaba porque le hubiera gustado tener un aliado.

—No seas así —su madre de repente recuperó la alegría en su rostro—. Quizás hoy puedas conseguir a una chica linda —ella parecía en verdad emocionada con la perspectiva—. Hoy estás muy guapo.

—Me puse un traje, pero eso no hace milagros —suspiró aburrido—. Sigo siendo el chico sangriento, sospechoso de asesinato —comentó, sin darle mucha importancia al asunto, si antes ya le daba igual, en ese momento todo el mundo podía irse a la mierda y él no habría siquiera parpadeado.

Las experiencias cercanas a la muerte cambiaban la percepción de las personas.

Su padre soltó una exclamación de disgusto ante sus palabras y su madre fingió que no lo escuchaban. Ella estaba más acostumbrada a sus comentarios que Ibrahim, por lo que también los digería mejor. Él no estaba tratando de ser molesto, solo decía lo que pensaba, pero a su padre no lo veía de la misma manera.

Sobre mi cadáver (HDLO#1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora