Capitulo 1

2.3K 125 16
                                    

Harry

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Harry

Faltaba tan solo una semana, por fin era mi momento para ser feliz. Después de ayudar al mundo mágico durante 7 años para que se librará de Voldemord, y 2 para hacer que estuviera de nuevo en pie, pude hacer lo que mi corazón dictaba.

Dentro de siete días convertiría a una Weasley en una Potter, me casaría con la mujer que amaba. Ginny.

Esa pequeña pelirroja que me había enamorado en mi sexto curso se había convertido en mi prometida hacia tres meses atrás.

Era el hombre más feliz del mundo, o por lo menos se supone que debería ser así. Pero había algo dentro de mí que no me dejaba dormir por las noches, algo me decía que no debería estar haciendo esto. Algo me impedía ser realmente feliz.

¿Pero, que? Tenía todo lo que siempre había deseado... Una casa en el Valle de Godric, un excelente trabajo como jefe de aurores, una hermosa novia, personas que me amaban...

Entonces, ¿era normal que sintiera que aún me faltaba algo?

Suspiré, seguro eran mis nervios por la boda.

Dos golpes en la puerta llamaron mi atención, esta se abrió y pude ver a mi secretaria, Romilda Vane, una antigua compañera de Hogwarts.

—Señor Potter, el ministro de magia a solicitado su presencia en la sala de juntas— informó nerviosa.

Asentí— ¿Sabes quien más estara en la reunión?

Ella, automáticamente respondio— Todos los jefes de departamentos.

—Gracias Romilda, te puedes retirar— frunció el ceño pero no dijo nada y cerró nuevamente la puerta.

A veces me daba miedo, temia que intentará darme otra poción de amor como en el colegio, pues ya me había regalado varias veces cajas de chocolates. Pero afortunadamente, se había comprometido con Cormac McLaggen hace una semana.

Me dispuse a ir a esa dichosa junta, seguro era para ver las nuevas leyes y medidas de seguridad. Tomé el saco que se encontraba sobre el perchero y me lo coloque antes de salir, al abrir la puerta me encontré con Hermione.

Ella me dio una sonrisa— Harry, venía ha buscarte para ir juntos a la reunión— solo le hice una señal con la cabeza indicándole que la seguía.

Antes de que pudiera dejar el pasillo que daba a mi oficina, Romilda me detuvo— Señor, otra vez llegó una carta de la señorita...

La interrumpi para que no dijera nada frente a Hermione— Gracias, cuando regrese la leeré.

A unos pasos de distancia, mi castaña amiga me veía con el ceño fruncido, vi que tenía intenciones de preguntar y camine más rápido para que al seguir mi paso se le olvidara la misteriosa carta.

Caminamos en silencio hacia la sala de juntas, de reojo veía como Hermione seguía con intenciones preguntar por la carta que había recibido, pero al final negaba con la cabeza y seguía con la vista al frente.

Destinos Cruzados Donde viven las historias. Descúbrelo ahora