Capítulo 11 (Final)

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Narra Richie

Me levanté temprano por la mañana por culpa del dichoso timbre de mi puerta. Por la noche me quedé en la sala mirando películas hasta tarde. Me llevé una sorpresa cuando me topé con Eddie afuera. Tenía los ojos rojos, como si hubiera estado llorando, pero no parecía que lo hubieran golpeado o algo así.

—Pasa —dije sin siquiera saludarlo, él entró, cerró la puerta a sus espaldas y me abrazó—. ¿Qué sucede?

—Quiero hablar contigo.

Me separé de él rápidamente y lo miré, se veía tan triste que hacía que todo mi cuerpo se pusiera alerta. Lo llevé hasta la sala e hice que se sentase en el sillón.

—Espérame aquí, acabo de levantarme.

Asintió, me dirigí corriendo al baño para asearme. Cuando estuve listo, tomé una cajetilla de cigarrillos y mi encendedor para luego bajar con Eddie. Sentía que estaba a punto de recibir una noticia que no podría afrontar sin un cigarrillo.

—Ahora dime, ¿qué es lo que sucede?

Me llevé un cigarrillo a la boca y lo prendí.

—Me iré al final de este mes —me quedé mirándolo en silencio, completamente en blanco—. Richie, me voy en tres semanas. Me iré de Derry, me alejaré de todo, de Eso, de este pueblo de mierda, de ustedes... —me miró con lágrimas en los ojos—... me alejaré de ti, Richie.

Bajé la mirada al suelo aún sin saber que decir. Me quité el cigarrillo de la boca y exhalé con fuerza expulsando el humo. Era un baldazo de agua fría. De todas las noticias que me podría haber dado, esta era la peor, la que menos hubiera esperado.

—Entonces, debemos aprovechar bien el tiempo —dije por fin, escuché que soltaba un suspiro, tomé su mano y la acaricié suavemente—. Tenemos poco tiempo como para estar tristes —le dediqué una pequeña sonrisa—. Ven, vamos a mi cuarto mientras esperamos a que sea hora de ir con los chicos.

Me levanté aun sosteniendo su mano, él se levantó también. Me dirigí rápidamente a mi cuarto, donde nos encerramos.

—¿Cómo vamos a aprovechar el tiempo en tu habitación?-sonreí de manera pícara, sus mejillas se sonrojaron un poco, pero tenía el ceño fruncido, solté una pequeña risa para luego acostarme-¿vas a fumar aquí?

Asentí. Mis padres no se daban cuenta, o tal vez no les importaba que lo hiciera.

—Ven, acuéstate conmigo.

Me coloqué el cigarrillo en la boca, él se sentó en el borde de mi cama dándome la espalda, solté un pequeño suspiro y me senté detrás de él.

—No puedes sentirte triste todo el día, Eds. No me pone contento que te vayas, apenas empezamos a estar juntos no solo como amigos —se giró hacia mí y me miró unos instantes, luego me quitó el cigarrillo para apagarlo en un cenicero que había escondido en mi mesa de luz.

—No me llames "Eds" —soltó un suspiro pesado—. ¿Tú no estás triste por esto? No volveremos a vernos si Eso no vuelve a aparecer, ¿lo entiendes?

Lo miré unos instantes en silencio.

—¿Quieres que llore? —coloqué mi frente en su hombro—. Ganas no me faltan. De verdad quiero que te quedes, pero no puedo hacer más nada que intentar pasar todo el tiempo posible contigo, Eddie —sentí que mis ojos comenzaban a arder, lo que me obligó a parpadear un par de veces—. Solo permanezcamos juntos el mayor tiempo posible. Divirtámonos hasta que tengamos que despedirnos.

Me separé de él para mirarlo. Mantuvimos nuestras miradas fijas en el otro unos instantes en completo silencio.

—No me gustaría que llores —dijo por fin—. No quiero verte llorar —me sacó los anteojos.

No quiero callarlo [Reddie parte 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora