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16 años

La casa era un total caos, porque si no fuera poco el hecho de que fuera fin de año, a Naima no se le había ocurrido mejor día que dar a luz precisamente un treinta y uno de diciembre.

Thiago casi se desmaya de tan solo ver el líquido que escurrió entre las piernas de Naima; mientras ella era socorrida por todas las mujeres de la familia.

— Reacciona maldita sea — zarandeó Thais a su hermano — en unas horas serás padre, muévete.

Thiago subió en brazos a su compañera, mientras Leah y Alix, madre de Naima iban detrás de ellos; por otro lado, Ethan ya se había encargado de ir a llamar a la partera, puesto que los jóvenes padres habían decidido por el parto en casa.

— Estás a nada de ser tía — escucho Thais la voz de Damián quien no perdió oportunidad para acercarse a ella.

— Si... — se sentó en el sofá y tomo su celular de nuevo puesto que su madre le había prohibido usar el aparato hasta que la cena haya concluido — ¿crees poder cubrirme de mi madre? — pregunto al beta, Damián asintió por inercia, puesto no podía resistirse a esos ojos verde esmeralda — genial, prometo volver antes de que se dé cuenta que no estoy aquí — tecleo en su celular una vez más — y si ocurre algo grave, no dudes en avisarme, estaré con Nadir y Vikram.

Sin decir nada más, salió corriendo de allí, dejando atrás a un beta al punto del colapso. Le enfurecía pensar que pasaba demasiado tiempo con aquellos chicos puesto que, en algún punto, ella se podría enamorar de uno de ellos.

Las horas fueron transcurriendo demasiado lentas para aquel padre primerizo, puesto que ya tenía más de dos horas esperando a que su primogénito naciera. Ethan trataba de tranquilizar a su hijo mientras que Zafir se mantenía callado en su lugar, dándole espacio a su mejor amigo.

— ¿Todo sigue igual? — pregunto Agnes llegando a lado de Zafir y darle un beso tierno en la mejilla, fue inesperado que Zafir fuera el compañero de una de las gemelas, puesto que la situación con Abril y Nadir Schmidt no fue todo agradable para la familia.

— Todo igual — respondió Zafir, abrazando a su compañera y recargar su barbilla en su cabeza.

Damián veía toda aquella escena alejado del resto, puesto que el anhelaba una relación con su pequeña traviesa. Suspiro derrotado, no quería rendirse ahora que Thais estaba a menos de medio año para cumplir los diecisiete y no quería echar por la borda todos esos años que se a dedicado a encontrar la manera de restaurar su vínculo.

— ¿Cómo esta mi hermana? — pregunto Renata una vez que llego a la sala de la casa donde la mayoría estaba esperando a que Naima diera a luz.

— Siguen en labor de parto — respondió Agnes, a lo que la chica agradeció y no perdió un segundo más para subir a aquella habitación donde se encontraba su hermana.

— ¿Seguirás siendo un acosador toda la eternidad? — pregunto el príncipe vampiro que había llegado hasta ese momento, Damián solo se limitó a encogerse de hombros y no responder nada, no estaba de ánimos — quien lo diría, aquel niño que tanto protegíamos está a nada de ser papá y el tesoro más preciado de las dos manadas esta a nada de cumplir los diecisiete...

— No ayudas Daniel — respondió Damián — ya se que Thais muy pronto será toda una Black White.

— ¿Nervioso? — pregunto Daniel al beta con un deje de diversión.

Pero antes de que Damián respondiera, la voz alegre y cantarina de Renata anuncio la llegada a ese mundo del primer primogénito de Thiago Black.

Rencor [3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora