Capitulo 2: "La despedida"

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Comenzaba a caer la noche, Adriel la tomó entre sus brazos, y la recostó en la cama, le acaricio con dulzura la frente, y le dio un beso, mientras en un susurro le decía "Perdón por ya no poder estar contigo", y se fue en silencio, dejando que amargos pensamientos de recuerdos que pronto se verían lejanos, borrosos, invadieran su mente. Este no era el fin de su amistad, de hecho los haría más unidos que nunca.

Melancolía... 

Yo siempre he pensado que es más difícil desprenderse de un amigo cercano, un hermano del que a pesar de no ser sanguíneo encuentras esa fraternidad y ese amor. Salome, es tiempo de que te acostumbres a estar sin el, debes empezar de cero, tener nuevos amigos, pero todos sabemos, que ser la chica x, siempre te hará ser la chica x.

Nuevo día, hoy todo sera diferente, este puto día sera diferente. Es siempre la misma rutina, solo tu puedes darte ese mensaje de motivación, o mejor dicho de pedir auxilio. "ESTOY HARTA", la mente de Salome lo gritaba mil veces, divagaba en su mente, su mirada estaba ida, vacía, MUERTA. "Solo quiero detener mi sufrimiento" pensaba, "nadie me necesita".

Bajó las escaleras, y saco uno de los vasos de vidrio de la alacena, entre miles de pensamientos que pasaban por su cabeza, y su propia torpeza, el vaso resbalo de entre sus dedos y callo al piso. "DEMONIOS". "¿Que rayos crees que haces?, eres una idiota", era la voz de su madre, o más bien la voz de un TOC hablando en su imagen, "Nunca pensé tener una hija tan inútil", sintió como mientras recogía los vidrios, el pie de su madre pateaba a su espalda, "ME TIENES HARTA, ¿ENTIENDES?, ¿NO PUEDES HACER NADA BIEN?, ERES UNA INÚTIL, A ESTE PASO NO SERA NADA DE TU VIDA", la tomo del cabello y la obligo a levantarse, y con un empujón, la alejó del desastre que había causado, "LARGATE DE VISTA AHORA, O VERAS LO QUE SOY CAPAZ DE HACER CONTIGO".

Tomo su mochila del piso, y entré lágrimas salió corriendo lo más rápido que pudo para tomar el autobús que la llevaría al colegio.

Llegó, y saludo al único amigo que poseía, siempre mirando hacia el suelo. "¿Me vas a decir que sucedió?", "Estaba algo distraída, estrelle un vaso, y ella exploto". Adriel la abrazo contra su pecho, "Sabes que me iré pronto, así que por favor, no vayas a hacer nada mientras no estoy, prometo videollamarte todas las noches". "si", Salome amaba oír su corazón por alguna razón, eso la relajaba bastante, "Vamos solo sera un año, y cuando acabes tu último año en este colegio podrás venir conmigo a la ciudad, y estarás mejor". Salome no sabía si podía esperar tanto, no estando sola.

Desesperación, dolor...

Hoy era otro día de escuchar las dolorosas burlas, otro día de fingir que nada de lo que los demás digan afecta. De ser indiferente al que otros te sean indiferentes.

The Dark Of The Bleeding MoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora