✧*｡A la Merced de los Callejones✧*｡[omegaverse] [+16]

Cap. #8 "Resolviendo dudas" (3/3)

Dedicado a konekochan212

-¿De dónde... Obtienes dinero? -preguntó tímido-.

-...¿Porqué el interés tan repentinamente? -siendo sinceros, esa pregunta no se la esperaba, tan pronto-.

-Es que, bueno es que...

-Buenos días caballeros, ¿que les gustaría ordenar? -interrumpió el mesero, observando a Thomas-.

Thomas calló de repente, la llegada del hombre lo asustó un poco, no todos los días un adulto desconocido te mira, te sonrie de manera extraña y te pide que le digas algo, con excepción de Jonathan.

-Ah yo... Y-Yo...

Y más extraño para Thomas, porque el hombre era de color.

-Amm está bien, pediré por ti ¿bueno? -jonathan lo miró comprensivamente-, lo siento señor, verá mi hermanito casi no sale de casa, tiene muchos cuidados debido a, a su anemia.

-Oh, bueno, amm, ya que lo menciona está muy pálido y...

-Si pero bueno la vida es muy injusta, no hay remedio -Jonathan cortó pensamiento al mesero- ahh... Yo quiero huevos fritos con doble tocino y jugo de naranja, y para el pequeñín puede traer waffles de moras con... Ah ¿quieres jugo o leche? -interrogó el mayor sin dejar de ver el menú -.

-Amm quiero... -Thomas miró al hombre, que se notaba amargo, y luego a Jonathan, bueno, al menú que le cubría la cara- quiero leche. Porfavor -susurró-.

-Con leche entonces, sería todo.

El mesero apuntó las órdenes en su Bloc y quitó los menús de la mesa, se retiró molesto. Jonathan solo formuló un "muy amable".

Thomas seguía sintiéndose pequeño y avergonzado en la silla, con su cola siendo sostenido por sus pequeñas manos. Ninguno de los dos habló, Thomas no podía sacar palabra y Jonathan, bueno, el disfrutaba de ver al pequeño avergonzado.

Sus órdenes llegaron y el mayor empezó a masticar, Thomas olvidó su pena al ver el alimento, empezó a comer los waffles apurado, aplicando mucha miel y dejando las moras para último.

-Mmmm, Jonas, esto está muy rico, deberías probar.

-No gracias lo que tengo esta bien Thomas.

-Es enserio, ¡son riquísimos! Mira -tomó un pedazo de waffle con el tenedor y se estiró sobre la mesa hacia Jonathan, a la boca de este-.

-No Thomas es que... -vió al chico, a su cara sucia por la miel, a sus rojas mejillas llenas por la comida, y no pudo decir que no- Está bien chico, dame -abrió la boca, y probó el waffle-.

-¡¿Verdad que sabe como a nubes?! -exclamó alegre, con los ojos verdes brillantes, y sus orejas esponjadas, también con la boca muy llena-.

-Si Thomas -tragó-, sabe a nubes.

Pero para Jonathan, era más bien la sonrisa de Thomas lo que lo hacía sentir en las nubes.

-¿Terminaste?

-Si Jonas.

Su sonrisa y el bigote de leche que tenía tantas ganas de quitarle cómo fuese.

-¿Quieres más? -al chico se le iluminaron los ojos-.

-¡Si! Por supues- -se avergonzó- amm, sí, si quiero -dijo bajito-.

-Ese es mi tragón -guiñó el ojo-, amm ¿disculpe? -Jonathan llamó a su mesero- ¿Podría traerme la carta de postres?