Dedicado a Blanca_fernanda27Antes de irse a casa Thomas insistió un poco en poder jugar unos momentos en los juegos del parque, hace ya muchísimo tiempo que el menor pisaba la arena de ahí, obviamente Jonathan no pudo decir que no así que le dio veinte minutos de permiso.
Thomas reía mucho al bajar por la alta resbaladilla, se asustó por el rudo descender del sube y baja, gritaba por llegar alto en los columpios y sudaba por el ejercicio en el pasamanos. Cuando Jonathan le avisó que ya debían irse se sentó en la arena a reposar unos segundos respirando lenta y profundamente, iba a pedir más tiempo pero empezaron a llegar más niños y asustó un poco al menor, así que partieron a casa.
Caminaron en silencio, pese a que Thomas se divirtió se sentía un poco incómodo, por fin Jonathan le aclaró sus dudas pero se sentía un poco mal por él, todo lo que tuvo que pasar, no debía juzgarlo.
«La debió haber pasado igual o peor que yo»
Pero la verdad es que lo que la inocente mente de Thomas no sabía, era que el mismo la pasó peor.
Llegaron a casa y Thomas solito y por cuenta propia decidió ducharse, le molestaba estar sudando y tener arena en el cuerpo, además tenía sucio el pelo de su cola, y su colita era lo que más le gustaba de su felina forma.
—Es como si estuviese viva, y cuando estoy sólo le hablo en veces.
Jonathan le aplaudió por su decisión, le agradó el hecho de no estar recordándole y rogándole al chico de que era su casa y que podía hacer su voluntad y blablabla. Además, Thomas ya tenía ropa para el y de escoger, ya no era necesario usar esa larga camisa de botones que le incómodaba la cola y que a cada rato se miraba su trasero por la ausencia de calzoncillos.
Eso fue lo único que a Jonathan no le agradó.
Thomas preparaba la tina, y procuró llevarse su ropa, y una toalla al baño. No quería repetir lo de su vergonzosa primera ducha.
Mientras, Jonathan estaba abajo en la cocina.
El mayor estaba lavando los platos con su tan divertidísimo delantal mientras escuchaba su estación de radio, de vez en cuando esta iba a comerciales y podía escuchar el sonido del agua allá arriba.
Últimamente Jonathan se ha sentido extraño, más o menos desde hace una semana. Antes siempre era despertar enojado, desayunar frustrado, cenar cansado y dormir triste, ya no rompe cosas ni explota tan fácil como antes, de hecho... El no se ah enojado ni una sola vez en la semana. Y el psicólogo, Jonathan a mandado a la mierda sus sesiones con la idiota de su psicóloga, porque sí, Jonathan está obligado a llevar tres visitas por semana a esa horrible estancia obligada por Servicios Sociales. Sólo va, se sienta, se obliga a fingir sentimientos culposos y melancólicos para darle algo falso con que trabajar a la regordeta y fría de la terapeuta.
—A la mierda la terapia y al carajo el "mi vida no tiene sentido doctora..." Yo únicamente me siento solo maldición.
«Solo...»
Tal vez no más desde que llegó Thomas.
Ahora Jonathan ya sonríe al menos.
Sin querer Jonathan dejó de moverse y el agua de la llave corría y corría, quitando ya el inexistente jabón de los platos. Terminó de lavar.
Tal vez... Ahora se siente un poco mejor, más animado, desde hace mucho que sólo desayuna comida para microondas y cena fideos instantáneos, ahora prepara huevos fritos con caritas sonrientes y se digna en cortar verduras y prender la sartén, un giro drástico. Tal vez... Ahora la jodida terapia si esté resultando. O tal vez... Sea por Thomas. Ahora tiene una responsabilidad y no sólo el mismo. Se siente bien qué, ahora ya halla ruido en la casa.
ESTÁS LEYENDO
✧*。A la Merced de los Callejones✧*。[omegaverse] [+16]
FanficJonathan es un estudiante que estudia el bachillerato. A él gusta caminar por los callejones de la ciudad de New York disfrutando de sus jóvenes días con su compañera Soledad. Pero un día al pasar por éstos escucha un débil, horroroso pero melancóli...