Capítulo 4: La carta

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En esas paredes había encerrada una mujer tecleando en su portátil, tenía ojeras y se veía estresada. Cogió la taza de café y le pegó un sorbo, después siguió con lo suyo.
<<Maldición>> pensó la de cabellos negros, volvió a ver aquel dibujo que había en el suelo con los ojos entreabiertos y volvió a pensar aquella palabra.
Dejó a un lado el portátil, se fue directa al balcón y cogió un cigarrillo.
Después de tres coladas se estaba comenzando a calmar.
Ya habían estado 3 días en Canadá y ya estaba cansada, esas 72 horas investigando e intentando hackear las cuentas de Lalisa habían sido desperdiciadas, se sentía inútil por no poder averiguar una cosa "tan simple" y tan solo había descubierto una cosa que para ella era insignificante.
Después de terminarse todo ese cigarrillo volvió con lo suyo. Llamó a su novia y a la agente Rosé, que ahora mismo estarían en los rincones más fríos de el país para intentar averiguar por milésima vez sus escondrijos.

Dígame agente 001-
Encontré una cosa. Pero no sé si será muy importante que digamos-
Tú dinos-
Vale. Ir al callejón del norte-
Pero ese callejón es muy famoso, seguro que allí no estarán-
He encontrado unos restos de pintura en el suelo-
Ahora mismo vamos. -

Se rascó la cabeza y volvió analizar aquel dibujo, <<solo es una estrella>> pensó.
Sin más preámbulos decidió ir ella también al rincón del norte. Se puso un abrigo, cogió las llaves del coche y se fue.

Cuando llegó al coche, abrió la puerta y encontró una carta en el asiento del piloto. Cogió la carta y se puso a leerla.

Te espero en la parada de la estación a las 03:00am. Ven solo si eres tan valiente agente 001.

La agente se puso pálida, alguien ya sabía que estaban aquí y por lo que se temía Jisoo es que era un ayudante de Manoban. Se sentó en el asiento que le correspondía, guardó la carta, de puso el cinturón de seguridad y empezó a conducir.

-Agente 007. Mira al suelo
-La agente 001 tenía razón, es un dubujo.
La rubia se agachó, cogió un pañuelo de su bolsillo y tocó aquella pintura.
-Ya por lo que me temo no es pintura.
-¿Quieres decir que es...?
-Sí. -Roseanne guardó el guante con sangre en una bolsa hermética para poder guardarla y llegar a obtener todos los datos que pudiese, sabían que esto tenía que ver con Manoban. Lo que no entendían, era aquel símbolo.
-Agente Rosé. ¿Manoban no es una mafiosa?
-Es lo que creo.
-¿Cómo que crees?
-Había oído hablar de ella y por lo que me contaban creía que era una mafiosa.
-Pues creo que nos estamos equivocando... -La morena sacó una foto a ese símbolo. Decidieron volver al hotel e investigar sobre aquel extraño símbolo.

02:58am.

La luna llena y las farolas iluminaban la estación, en un banco de madera estaba sentada aquella mujer. Con paso ligero llegaba otra donde habían quedado, cuando se encontraban una frente a la otra la mujer que estaba sentada decidió levantarse.
-Buenos días agente 001 -Dijo esa chica ofreciéndole una sonrisa sádica a la más joven.
-Muy buenos días -Dijo Jisoo secamente. -Dime, ¿A que se debe está quedada?
-Verás... Normalmente siempre suelo matar de una forma bastante discreta. Pero contigo no creo que haga falta. -La agente miró fijamente con atención a la acción que iba hacer su destinatario, pero en su rostro no había ninguna emoción de miedo. La rubia sacó una pistola apuntando a su enemiga. Disparo. Jisoo movió su cabeza a la derecha evitando el disparo.
-¿¡Pero qué!?
-Escúchame. Puede que yo me dediqué a los hackeos, pero... -Sacó una pistola Beretta apuntando a su contrincante. -Eso no significa que sea una novata.

Las dos muchachas se encontraban en la cama investigando sobre aquel símbolo.
-Así que... Es un símbolo de invocación. Pero... No entiendo, ¿Por que iba a invocar o socializar con los espíritus Lisa? -Dijo la castaña desorientada, ya no sabía ni que pensar, estaba enredada en sus propios enredos.
-Lo único que puede haber ilegal y relacionado con espíritus que se me pase por la cabeza es una secta.
-¿Lalisa en una secta, por qué participaría para alguien supremo? Ella solo trabaja para ella.
-No trabaja para alguien supremo.
-¿Entonces...? -Preguntó Jennie arqueando una ceja haciendo una señal de que ya no habría ninguna lógica más.
-Sólo hay dos lógicas. 1° O ella es la líder de una secta. 2° Nos estamos equivocando completamente.
Un silencio incómodo se formó en el ambiente, unos toques en la puerta hizo que se rompiera ese silencio.
Jennie fue abrir.
-¿¡Jisoo!? -La morena no podía creerse lo que estaba viendo, su novia estaba con su abdomen sangrando, al igual que sus labios.
-¿¡Jisoo, que ocurrió!?
-Ella... -La de cabellos negros cerró los ojos y cayó al suelo.

Continuará

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