Esa voz que salía de mí garganta me ponía los pelos de punta, sentí un hormigueo en las manos y en mis brazos. Tenía miedo, un sentimiento que hasta ahora no había recordado desde aquel incidente en el avión.
-¿Y bien, sí o no? -Unas gotas se derramaban por mí frente, estaba sudando, sabía que esto en el futuro traía sus consecuencias pues en el libro lo decía pero esto valía más que cualquier cosa.
-Sí.
-Perfecto. -Acto seguido lo vi todo negro.Desperté de aquella camilla, hoy me darían el alta.
Me levanté y me preparé, no les dije nada a Rosé ni a Jennie porque iba a ser una sorpresa y no quería estropearla.
Mientras andaba por las calles a dirección del hotel un hombre albino, de ojos claros y joven me detuvo.
-Un momento señorita.
Pare en seco.
-Dime -Dije mirándole a sus ojos ambáres.
-Ten mucho cuidado en cuanto la veas -Después de decirme eso se fue dejándome perpleja y confusa.
¿A quién se refería?
Decidí ignorar esa pregunta y volver donde estaba, volviendo hacia el hotel.
Cuando entré al ascensor y apreté el botón donde el piso que nos ubicabamos el ascensor paró, yo y unos cuantos más nos quedamos sorprendidos.
Genial, el ascensor se había parado.
Tocamos al botón de la campana y esperamos unas horas hasta que viniesen.
Un hombre llegó y nos abrió, era el mismo chico que me había advertido.
Sus vestimentas eran más oscuras a cuando yo le vi, llevaba unos guantes de color crema manchadas por unas gotitas de rojo.
Se me hizo raro y un tanto sospechoso.
Una idea se me creó en la mente de que podía haber estado pintando y se hubiera manchado de pintura, pero descarté esa idea pues, ¿Quién se cubre con algo blanco para que no se manche?
Él se fue cuando ya estaba el ascensor bien.
Puse la tarjeta que representaba a una llave, la puerta de abrió dejándome pasar por esa habitación.
Cerré la puerta y anduve de puntillas para que no se me escuchase y pueda dar una sorpresa a mis dos compañeras.
Pero por mí sorpresa no había nadie.Había estudiado en una noche casi toda esta casa, sobre todo, el cuarto donde estaba mi riñonera y la salida.
Hoy tenía que escapar sí o sí, no sé ni siquiera en qué zona me encuentro de Canadá pero nada más salir de está mansión me apuntaré la calle y los cogeremos por sorpresa.
Parece un plan sencillo, pero si recuerdas que hay un montón de gente revisando cada rincón de la casa y te pillan, está más que segura tu muerte.
Lo primero que haré es esperar hasta las 16:00p.m. que es cuando Lalisa Manoban que estará afuera con el presidente, que, por cierto, debería dar explicaciones del por qué estaba involucrado con el asunto de la secta.16:05p.m
Lisa se fue, quité la tapa de la conducción de ventilación pues por mí mala suerte ella había cerrado con llave la puerta para que no intentara escaparme.
Me adentré y fui por los conductos, había una rejilla abajo, era el cuartito donde estaban mis cosas. Abrí la rejilla y bajé de ahí, en una de las sillas estaba mi riñonera y dentro estaban mis cosas.
Me la puse y con la misma silla que estaba mi riñonera me puse de pie en ese objeto y con un salto volví a meterme en el conducto de ventilación.Veía como mi cuerpo estaba andando en calles que jamás había visto, veía como aquel espíritu poseía mi cuerpo y lo manejaba a su merced.
-A ver si lo he entendido, ¿Me puedes poseer pero yo también puedo controlar mi cuerpo?
-Así es, pero solo podrás controlarlo cuando yo no esté en él.
De pronto llamó por mí teléfono a una compañía de taxis, no entendí el por qué hizo eso.
-Espero que tengas mucho dinero en la cartera porque este viaje va a ser carillo
-¡Pero serás!
Al meternos en el taxi esa voz dijo una dirección que jamás había oído en mi vida, el taxista solo condujo hasta la calle que le había indicado mi poseedor.
Cuando llegamos nos bajamos del taxi, mi cuerpo le dió el dinero al taxista y él se fue.
De pronto el espíritu salió de mi cuerpo y al fin pude controlarlo.
Obviamente, podía escuchar su voz en mi cabeza.
-Jolín, te gastaste mucho dinero. Y estamos a principio de mes...
-Pues será mejor que ahorres porque para la vuelta vamos a gastar el mismo dinero.
-¿¡Qué!? Más te vale que no te hayas equivocado.
-Tranquila, los espíritus nunca nos equivocamos.
-Vale, ¿Y para que me has traído aquí, es el lugar donde está Lisa?
-Sí.
"Anduvimos" por esas vacías calles de Canadá, no habían árboles, ni palomas y ni siquiera habían edificios limpios.
Cuando llegamos a un callejón me dijo que pusiera la mano sobre aquel muro de ladrillo, le hice caso.
Cuando mis dedos y la palma de la mano rozaron el muro sintieron que no era de un material sólido, mi rostro realizó una acción de confusión y con mi otra mano toque el muro.Abrí la ventana y me adentré en el edificio del presidente, su despacho estaba limpio y muy ordenado.
Me senté en esa silla de cuero de color negro y empecé a teclear el teclado de su ordenador.
Gracias a que mi hermano ya había hackeado la contraseña antes de que yo viniera tenía alcance a todo su dispositivo secreto e interno.
Esto va a ser pan comidaContinuó
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Agentes secretos
FanfictionPark Charyoung trabaja para la agencia de espías más importante de Australia donde debe llevar a cabo una importante misión en Canadá, ahí conocerá ha su mayor enemiga y al amor de su vida.