Serendipia 2

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Y en ese momento todo volvió, volvió a ser, volvió a nacer... Pensaba Marta trás encontrarse en los Brazos de Owen, había atesorado su recuerdo tantos años y ahora no sabía qué decir que hacer, cómo responder.
— Owen,  eres tú?Acertó a preguntar por incredulidad, pero sabía que era él, aunque el niño mono, había dando paso a un joven muy atractivo o eso pensó Marta mientras se ruborizaba violentamente,  mientras,  su amiga Alicia observaba boquiabierta la escena, cuando Owen se separó, esta la interogó con la mirada, después sería sometida a un tercer grado.
Marta así  volvió a la realidad y miró otra vez a Owen.
— Qué haces aquí? Yo... No se... Me siento.... Dijo Owen muy nervioso lo cual resultó encantador a Marta.
— Estaba...  de compras y bueno... Ahora vivo... Por aquí... Acertó a decir Marta muy avergonzada...
— Espero... verte otra vez... Se atrevió  Owen y entonces le guiño un ojo, en un gesto de complicidad.
— Sí... Me gustaría.... Si quieres... Contestó Marta, sonriendole.
Entonces tras intercambiar los teléfonos y hablar dos o tres cosas más con el Marta volvió con su amiga
la cual la abrazó con un gritito y obvervó a Owen largo rato mientras este se alejaba, hecho que por alguna razón molestó a Marta.
— Quien es ese?... Marta en serio... Esta buenisimo... Y te abrazó...  y te pidió el número ... Eres una cabrona... Tengo que contarselo a las niñas... Parloteaba Alicia.
— Es Owen, te hable de él, jugábamos de pequeños...
— Pues, Joder con Owen!! Qué tio!! En serio, le mandarás un mensaje no?
Marta cada vez más molesta , se calló y tomó la dirección contaría a este, no sobrevivía a otro encuentro con él. Así llegaron donde estaban las demás y Alicia fue corriendo y Marta maldijo para si.
— Marta ha ligadooo!! Gritó esta a las demás que formaron un corrillo alrededor de Alicia, mientras esta narraba el momento cómo si se tratara de una escena de una telenovela. Marta intentó aguantar el tipo, mientras las demás la cosían a preguntas y entonces, de lejos le volvió a ver y se sonrojó violentamente, acto qué provocó que las demás miraran.
—Es ese? Alicia se quedó corta!!! Qué suerte tienen algunas dijo María indignada.
Después de la revolución inicial, fue cuando todo se calmó y pudo pensar mientras tomaba un té helado en Owen, en sus ojos, es su sonrisa, en su abrazo y suspiró, provocando risas y bromas en sus amigas, pero hay algo que tenía claro, no le diría que no a Owen, a Owen nunca, encontraría la manera de verle, vaya que sí...

El banco del niño y la niñaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora