Destino

31 9 0
                                    

Los dias se sucedían tranquilamente desde el comienzo de las clases para Owen, todo volvía a ser una cómoda rutina, basada en ir al cole,  jugar y hacer alguna que otra pequeña tarea. Tanto era así que había llegado a acostumbrarse a los sueños que tenia de cuando en cuando. Un día de tantos sucedió algo Marta llegó a  clase a la hora del recreo y hecha un mar de Lágrimas. Se ivan, Owen lloró con ella, mientras intentaba buscar una razón para semejante injusticia.
— No te preocupes, Marta volveremos a vernos, lo prometo. La consoló Owen
— Sí, de verdad... Respondió la niña.
— Ya lo verás!!!  dijo el niño entonces con un extraño convencimiento casi impropio de su edad. Cómo si ese hecho incierto le resultase una obviedad.
Cuando llegó la noticia todos se apenaron en esos días,  hubo regalos de despedida e incluso una fiesta cortesía como no de la Madre de Marta.
Owen no disimulaba su desanimo.
— Verás que en verano volvemos a verles!! Sólo es un tiempo!! Le animaba la Tita.
— Ya lo sé, decia Owen nada convencido.
llegó entonces el día de la despedida y Owen regaló un peluche a Marta y ambos abrazados, nada se dijeron más que lo ya hablado. durante todo ese tiempo habían sido amigos y el cariño que se tenían nunca había sido tan dura prueba cómo en ese momento. En aquel Aeropuerto, Owen se sintió roto por segunda vez en su vida, la marcha de Marta, fue un duro golpe mas el hecho es que también para Marta,  ambos lo sabían,  pero no estaba todo perdido, había muchas razones; lo que decía la Tita, estaban esos sueños extraños y realistas, en los que Owen y el silbato rojo su amuleto, el regalo de Marta. Sí volverían  a verse, pero...  ¿Dónde ? ¿Cómo? Y lo más importante  ¿Cuándo? Todo esas dudas atormentaban a Owen mientras volvía a su casa desde el Aeropuerto tras dejar marchar a Marta....

El banco del niño y la niñaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora