-Creí que solo era una coincidencia, pero ¿un glitch? No me lo puedo creer...
______, una chica empática y fanática de FNAFHS queda atrapada por una causa desconocida dentro de su serie de internet favorita. Nuevos amigos, misterios, enemigos y ¿qué...
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𝙲𝙰𝙿Í𝚃𝚄𝙻𝙾 𝙸𝚇: 𝙽𝚄𝙴𝚅𝙾𝚂 𝙷𝙾𝚁𝙸𝚉𝙾𝙽𝚃𝙴𝚂
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—Gracias por la clase Bonnie. Aunque realmente pudo haber esperado hasta mañana o pasado— sonreí rascando uno de mis brazos mientras acompañaba al peli uva a la puerta.
—No es nada. Siento venir de improviso pero valió la pena, has mejorado bastante. Y tu mamá opina lo mismo— regresó la sonrisa.
Lo vi con ternura. —Vamos bebé, te acompaño a casa. Fue un largo camino hacia aquí— ambos salimos.
Bonnie trató de negarse pero al final cedió. Platicamos de varias cosas, como por ejemplo de mi ojo, el cual por cierto, ya no tiene necesidad de parche ¡wu! ¡FIESTA FIESTA Y PLUMA PLUMA GAY! ¡PLUMA PLUMA GAY! ¡PLUMA PLUMA PLUMA GAY!
Además mencionó que pronto comenzaría a darme lecciones con guitarra eléctrica, hasta el momento solo había usado una normal.
—A-am, ¿bebé? ¿No debíamos haber cruzado hace tres minutos para ir a tu casa?— Pregunté extrañada. No estaba familiarizada con mis alrededores.
—No te preocupes, es un atajo. No quiero que nos demoremos mucho, así cuando regreses a tu casa aún será temprano. Caminar por las noches aquí puede ser peligroso— comentó apretando su agarre en el estuche de su guitarra que llevaba consigo.
Tragué nerviosa al imaginarme unos cuantos escenarios. —Te creo— (es por eso que los Nightmares son así, las calles no perdonan) pensé con lástima reflejada en mi mirada.
Iba tan concentrada en mis pensamientos que unos ladridos a la distancia hicieron que recuperara la atención hacia donde me dirigía. (Esos ladridos...) Se escuchaban más cerca. (Se me hacen familiares...) Pensé volteando a todos lados buscando a un perro.
Sin embargo, me di cuenta que... (¡No encuentro a Bonnie!) Grité en mi mente, alterada.
—¿Bonnie? ¡Bonnie!— Llamé múltiples veces pero ni caso. Era oficial, estaba perdida. —¡Ay, no puede ser! ¡Estúpidos pensamientos y estúpida lástima! Ahora estoy sola— me abracé y comencé a hiperventilar.
(Calma, calma ¡cálmate!) Traté de forzarme a reducir mi frecuencia cardíaca, sin éxito. —Por favor— cerré los ojos con desesperación.
Sentí algo en mi pierna, abrí mis ojos inmediatamente y vi al responsable con lágrimas asomándose por mis ojos.
—¿... Bestia? ¡Bestia!— Cuando mi cerebro procesó la información, me agaché. El perro retrocedió unos pasos. —Eso significa que Springtrap anda por aquí ¿no?— Me sentí levemente aliviada. Bajé la mirada. —E-e-estoy perdida— sollocé.
