CAP 1

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Aine, la niña que resplandece por alegría. Sí, ese es mi nombre... Y la historia de este prestigio se ubica desde épocas milenarias.

En la mitología celta, Aine es la diosa del cielo y la reina de las hadas irlandesa, siendo también una diosa de la fertilidad en cuyo honor se lo celebraba en las fiestas de San Juan, atribuyendo dones como el amor puro, fortuna o magia al tratarse de una deidad asociada a la Luna; quién viaja por el espacio y es hija del dios del mar Manannán mac Lir.

1997 - Japón

Prefectura de Ōita - Kamihanda

Nací en Irlanda y terminé creciendo en Japón (tierra natal de mis padres), un año después de mi nacimiento. Mi infancia y adolescencia fue construida a base de las costumbres y tradiciones de Japón, por lo cual no tuve ninguna dificultad en adaptarme a mis raíces.

Hoy por hoy, cruzo otro año de preparatoria y estudiar toma la mayor parte de mi exhausta vida juvenil. Para desahogarme y buscar en que ocupar mi cabeza en mis tiempos libres, realizo actividades físicas que impliquen algún arte marcial como Kendo, Karate, Tae Kwon Do, etc... Usualmente, en días en los que mi cuerpo y mente ganan la batalla, termino noqueada en mi cama durante veinticuatro horas. Tema que le asusta a mis padres y terminan llamando a mis compañeros para que yo no logré proceder con mis objetivos extremos. Esta de más decir que me molesta y me molestará hasta culminar la preparatoria, pero matar es un delito y estamos muy jóvenes para perder el tiempo tras rejas.

— ¡Aine!, ¡Hola!

— Yohuka, hola.

Hoy es viernes por la noche y me encuentro sentada en la esquina del único sofá del cuarto de karaoke. Yohuka, una de las tantas compañeras de mi clase, invitó a la mayor parte de la clase "a pasar el rato". Negarme me fue imposible, ya que Yohuka resulta ser un poco estresante cuando mi negatividad se apodera de mis sentidos. Claro está que no me molesté por su excesiva y vergonzosa forma de pedirme las cosas pero hay días en los que mi lado negativo me persuade.

— Has llegado al fin, te estábamos esperando.

Últimamente, en este frio otoño, me he sentido muy mal. Dormir me resulta complicado. La misma pesadilla que me sigue desde que tengo uso de razón, ha vuelto y me tortura sigilosamente. Tengo miedo... El escalofrío de aquellos llantos aún me aprietan el corazón.

— ¡Hey! No pensé que vendrías, Aine. —Pasó su brazo sobre mis hombros y resoplé. Al maldito le pesaba el brazo— ¿Al fin me dirás si prefieres hombres o mujeres?

— ¿Qué?

— No te hagas. —Se inclinó más a mí, acortando mí pulcro espacio personal— Te lo pregunté hoy en clases pequeña, Bi.

Ryu es un idiota, siempre lo ha sido con todo el mundo y no me sorprende las estupideces que nacen de su cerebro de pollo. Torcí los labios, forzando una sonrisa, importándome nada al propinarle un buen manotazo en el pecho.

— ¡Oye!

— Imbécil, ¿Por qué mejor no discutes tu orientación sexual con los homofóbicos de tus amigos, ¡¿eh?!

— Aine, tranquila. —Yohuka me sostuvo de los hombros, apartándome del grandulón cabeza hueca de Ryu— No vale la pena discutir.

— Si, Ryu. —Jung también tiró del brazo de su amigo— Tú también cálmate, ¿sí?

Kurosawa Ryu... El chico distante, divertido, payaso pero, sobre todo, el idiota del salón. Nuestros compañeros lo apodaron "Kwan" cuando ingresó a nuestra aula por primera vez, ya que Kwan significa fuerte. La lógica no la supe entender hasta que Jung se burló de él diciendo: — "Ryu es fuerte pero no inteligente, y es una desgracia para todas las chicas que pasan de él."

未来 [mirai] (BORRADOR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora